Crece el desamparo por violencia de género en mujeres de policías

Las relaciones en las que se perpetúan las violencias machistas, desde el acoso, el insulto, el control, el desprecio, las amenazas, conllevan siempre riesgo para la vida de las mujeres. Pero si quien ejerce maltrato es un integrante de las fuerzas de seguridad, que está habilitado por el Estado a portar un arma, el riesgo se potencia exponencialmente.

El director provincial de la Oficina de Violencia del Poder Judicial, Juan Pablo Durán, indicó que se trata de casos complejos: “hay conflictividad al momento de radicar la denuncia, como también a la hora de que los jueces tomen medidas, puede ser que por radio domiciliario haya que afectar vigilancia policial que afecta a compañeros de trabajo del agresor.”

Explicó que la cantidad de denuncias “no llegan al 2%, pero son de tal gravedad que nosotros lo tomamos como de máximo peligro. Le otorgamos ese tipo de trámite de urgencia. Damos intervención inmediata a jefatura de policía para que meritúe todas las cuestiones vinculadas a las dependencias donde trabajan las personas afectadas y por otro lado, para que procedan rápidamente a asistir al efectivo policial y también a la familia en aspectos que tengan que ver por ejemplo, con el retiro del arma reglamentaria y la desafectación a ciertas áreas de trabajo.”

Durán afirmó que en estos casos prevalece la violencia física, pero también psicológica: “hay una desproporción en las relaciones interpersonales, tienen una impronta con una tendencia a un ejercicio autoritario de la relación, intimidación, sometimiento, asimetría de las relaciones familiares.”

El hecho de que haya pocas denuncias no necesariamente implica que sean casos aislados. “Muchas veces el pedido de ayuda se demora”, aseguró Angélica Riquelme, licenciada en trabajo social y ex integrante del servicio de violencia familiar de la provincia. Planteó que las víctimas sienten que no hay instituciones que las van a amparar: “Piensa: ¿Quién te va a creer a vos si el que está ahí soy yo?”

Muchas de estas situaciones pueden terminar en el asesinato de las víctimas o en femicidios vinculados. “En las fuerzas de seguridad la mirada machista es exacerbada, más cercana a la masculinidad hegemónica, que piensa a la mujer como objeto. Esto es en parte por la formación y en parte por el estereotipo que tenemos como sociedad de lo que significa ser policía, que se espera que actúe violentamente”, sostuvo el docente de la Universidad de Río Negro, Roberto Samar.

Las denuncias hacia efectivos policiales son el 2%. Pero el hecho que sean pocas no implica necesariamente que se trate de casos aislados.

¿Dónde puedo denunciar? Oficinas de Violencia del poder Judicial en Neuquén

–Neuquén capital: Leloir 881, piso 2- Te. 0299-5255090

–Cutral Co: Freyre y Misiones, planta baja – Te. 0299-4964567

-Zapala: Chaneton 665, planta baja – Te. 02942-15652688

–Junín de los Andes: Lamadrid y O´Higgins, piso 1 – Te. 02972-492546

–Villa La Angostura: Bv. Pascotto 325 (esq. Saihueque)- Te. 0294-4495834

–Chos Malal: 9 de Julio 125- Te. 02948 -421386