Se rompió un caño e inundó una calle troncal de Neuquén

Fue en Belgrano y Rufino Ortega. Durante toda la mañana de ayer estuvo cortado el tránsito. A la tarde se normalizó el servicio.

Una de las arterias más transitadas de Neuquén amaneció colapsada por la rotura de un caño de agua de mediana capacidad del EPAS, que sufrió una fisura y provocó una laguna en el oeste de la ciudad. Los trabajos de reparación se prolongaron hasta la tarde porque tuvieron que romper el asfalto y colocar nuevo tramo de caño de PBC.

El brote de agua se produjo alrededor de las siete de ayer sobre la calle Belgrano, casi en la intersección de Rufino Ortega. El gerente de redes del Ente Provincial de Aguas y Saneamiento, Eduardo Vidal, señaló que hubo varios factores que influyeron en el problema. El primero y principal fue que el problema se originó sobre un ducto de asbesto cemento, que tiene más de 30 años de antigüedad, que sumado a su tiempo de vida y las vibraciones propias de la transitada calzada se conjugaron en una rotura.

A eso se suma que con los días de frío, a diferencia del verano, el consumo de agua en los domicilios se reduce notablemente y eso provoca que las redes se vean saturadas por la presión.

El caño que se rompió ayer es de mediana capacidad, de 200 milímetros de diámetro y pertenecía a las viejas conexiones que alimentaban los tanques de agua del barrio Gregorio Álvarez. Vidal aclaró que “ahora pertenece a la red que transporta agua desde Mari Menuco. Es un caño que baja por calle Collón Cura, de norte a sur, y en Belgrano dobla hacia el oeste y suministra a gran parte del sector oeste”.

Para evitar contratiempos en los trabajos de reparación, ayer antes de las ocho de la mañana se interrumpió el tránsito sobre Belgrano a la altura de Rufino Ortega, cerraron las válvulas para cortar el suministro y con una máquina retroexcavadora comenzaron a romper el asfalto para dejar la fuga al descubierto y permitir que el caño termine de purgar el agua que llevaba en su interior.

Luego cortaron la sección rota y la reemplazaron por un caño plástico de unos cuatro metros, de PBC, que es más resistente. Pasadas las 16 concluyeron la obra y comenzaron a normalizar la prestación.

Vidal explicó que otro de los inconvenientes que se planteó en esta situación fue que las válvulas que se utilizan para regular la presión se encuentran tapadas porque cuando se realizan las obras de asfalto “no las contemplan y después es muy difícil para nosotros encontrarlas”.

En las primeras horas de la noche el servicio quedó totalmente restablecido.

Los trabajos

Datos

8
horas estuvieron trabajando los operarios del EPAS en la reparación del caño sobre calle Belgrano.

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