A 28 años del doble crimen de Río Colorado, aún reclaman justicia

El doble homicidio de Sergio Sorbellini y Raquel Lagunas en 1989 causó conmoción en toda la provincia. Sigue sin esclarecerse

Hoy se cumplen 28 años del doble homicidio de Sergio Sorbellini, de 19 años, y su novia Raquel Natalia Lagunas, de 17, que sacudió a toda la provincia de Río Negro durante más una década de investigaciones que prácticamente nunca llegaron a una conclusión y aún continúa sin esclarecerse, sin saberse la verdad.

Solo Irma Girolami, madre de Sergio, queda con vida para poder visitar el cementerio y llevar flores a las tumbas de los chicos, ya que fallecieron Herminio “Chiche” Sorbellini y los padres de la mujer Leandro Lagunas, quien mantenía viva y activa la causa, y Graciela Lambert de Lagunas.

Con los esporádicos movimientos políticos que hacían ilusionar a la comunidad, muchas veces pareció que la verdad estaba cerca de saberse, sin embargo rápidamente todo se diluía y se volvía a foja cero, llenando de desilusión a las familias y a la comunidad. El 12 de marzo de 1989, luego de la hora del almuerzo, Sergio Antonio Sorbellini y Raquel Natalia Lagunas salieron al campo en una bicicleta tándem a buscar pasto para sus conejos.

Como no regresaron, sus padres y familiares comenzaron a buscarlos y un día mas tarde sobre el mediodía, familiares de las víctimas los hallaron muertos a balazos a unos 4.000 metros del casco urbano detrás del predio de la Sociedad Rural.

Desde ese momento comenzó una precaria investigación policial y judicial que imposibilitó esclarecer el doble homicidio y detener a los asesinos.

El despliegue policial avanzó sin proteger y resguardar el lugar donde estaban los cadáveres. Se borraron huellas del lugar, fue sustituida la ropa interior de Raquel, la pericia balística del perito Arriola fue fraguada, las autopsias descriptas no fueron realizadas. Funcionarios policiales fraguaron las declaraciones testimoniales, varios elementos secuestrados por las policía desaparecieron, actas de procedimiento alteradas y otras irregularidades que se comprobarían años más tarde.

Con esos elementos la policía detuvo a Mario Oscar González, menor de edad, Héctor Fabián Llavel y Raúl García, quienes más tarde fueron acusados con base en una pericia balística falsa.

En un juicio oral y público desarrollado en Río Colorado, González y García fueron condenados a reclusión y prisión perpetua, mientras que Llavel fue absuelto. Años más tarde la decisión fue apelada y el Superior Tribunal de Justicia declaró la nulidad de lo actuado.

En 1995, el gobernador Pablo Verani, puso en marcha a una comisión policial dependiente del nuevo juez de la causa, Juan Torres, con el fin de iniciar una investigación cierta. Sin embargo, el propio juez se habría negado a recabar judicialmente lo aportado por dicha comisión policial.

En marzo 1997, luego de una manifestación popular, la Legislatura creó una Comisión Especial para investigar la cadena de encubrimientos. En septiembre del mismo año se realizó la exhumación de los cuerpos, que había sido solicitada por los padres de las víctimas, con el fin de esclarecer la causa de la muerte.

Con la nueva autopsia se comprobaron numerosas irregularidades. Entre ellas, que las balas supuestamente extraídas de los cuerpos no correspondían a la del arma que se utilizó en el crimen, y que los testimonios de los policías y de los peritos que habían sido incorporados al expediente eran falsos. Además se constató que las prendas de las víctimas habían desaparecido.

Con el programa de recompensas y testigos protegidos, se incorporaron nuevas pruebas y testimonios. Pero se procesaron por falso testimonio a policías y peritos involucrados, condenando al perito balístico Julio Arriola, y el primer Juez de Instrucción, Fernando Bajos fue destituido mediante un juicio político.

Con el informe de la Comisión Legislativa se iniciaron causas por el delito de asociación ilícita en contra de policías, aunque en 2003 fue declarado el sobreseimiento de todos los funcionarios policiales imputados.

Muchas hipótesis y pocas certezas

La investigación sobre el aberrante crimen de la pareja tuvo de todo: inocentes detenidos, varias hipótesis del hecho que hablan de contrabando de ganado y hasta de droga, sugestivos suicidios, cadenas de encubrimientos, nombres de personas influyentes y ligadas a la política, formaron parte del caso que aún sigue impune.

Sólo Irma Girolami, la mamá de Sergio, mantiene vivo el recuerdo de los jóvenes. Chiche Sorbellini y los padres de Raquel fallecieron.

Datos

Sólo Irma Girolami, la mamá de Sergio, mantiene vivo el recuerdo de los jóvenes. Chiche Sorbellini y los padres de Raquel fallecieron.

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