“El potencial que tiene la Argentina es impresionante”.

Gastón Remy, CEO de Dow Chemical

Pulso Entrevista

Con título de abogado, Gastón Remy inició su carrera en Dow Chemical hace 15 años en Bahía Blanca, se mudó en 2008 a la sede central en el pequeño condado de Midland, Michigan (USA), donde hasta las principales atracciones turísticas llevan el nombre de la compañía y, antes de volver al país, recaló en 2011 en la superpoblada San Pablo para dirigir el departamento de Legales para toda América latina. Tres años después, finalmente volvió a aterrizar en Buenos Aires con una gran misión bajo el brazo: cerrar el acuerdo con YPF por Vaca Muerta, que implicaba una inversión inicial por u$s 500 millones, cifra que se multiplicó por cuatro el año pasado. Esa apuesta por u$s 2.000 millones fue lo que trajo a la Argentina en septiembre último al número uno de la compañía a nivel mundial, Andrew Liveris, también el titular del American Manufacturing Council creado por Donald Trump. “Dow decide hace cuatro años, por primera vez en su historia, salir a producir su materia prima, el gas. Antes hubiera sido impensado y mucho más en la Argentina, en el momento que estaba. Pero ahora hay una dinámica en la que desde una filial local se puede manejar un proyecto trascendental al nivel global”, afirma Remy, ahora a cargo de llevar a buen puerto ese plan desde la posición de CEO.

Pregunta- ¿Cómo evaluás, por el momento, los resultados del proyecto?

Respuesta- Superpositivamente. El campo El Orejano, que es el que explotamos nosotros con YPF, es el campo de gas de mayor producción del mundo fuera de Norteamérica. Los resultados que vamos viendo en términos geológicos y de eficiencia superaron nuestras expectativas.

P- La asociación de YPF con Dow, por un lado, y Chevron por el otro son contemporáneas. Sin embargo, con Chevron todavía persiste la polémica por la confidencialidad del contrato.

R- En nuestro caso, no. Eso fue muy distinto, no sólo desde ese punto de vista sino también desde la estrategia de negocios. En ese momento no era tan claro si la apuesta tenía que ser para shale oil o shale gas, y hoy vemos que la apuesta a shale gas ha pagado con creces.

P- ¿El negocio ya es rentable?

R- Tenemos un camino que recorrer todavía en lo que son los costos, tanto laborales como de infraestructura. Nuestro foco no es tanto la rentabilidad de ese campo sino el impacto que tiene para toda nuestra cadena asegurarnos el abastecimiento. En poco tiempo, el negocio será atractivo y rentable aunque todavía hay por delante una curva muy importante en términos de eficiencia y competitividad. En ese sentido, el acuerdo que se acaba de firmar con el sector petrolero es una ayuda.

P- Diríamos que sos un afortunado: operás en uno de los sectores más calmos y con mejores perspectivas.

R- La Argentina es la sexta subsidiaria más grande de Dow en el mundo, algo bastante inédito para multinacionales de tanto tamaño, porque está desproporcionado al tamaño de la economía. Esa relevancia se apoya en que somos jugadores fuertes en el agro, con protección de cultivos y biotecnología de semillas. Ahora la plataforma de energía, estamos en un sector que tiene un potencial enorme con una pata muy fuerte en lo que es valor agregado de esa energía. El gas para nosotros es materia prima, lo transformamos en productos como el polietileno para exportar al mundo. En eso somos competitivos. Y después está el tercer segmento, más orientado a consumo masivo.

P- Asumo que ahí ya no les va tan bien.

R- Esa es la parte que está más complicada. Productos que van a la industria automotriz, de los electrónicos o de línea blanca, colchones. Nuestra diversidad muestra un poco lo que está aconteciendo en la transición de modelos económicos, en la que somos naturalmente competitivos en algunos sectores y en otros hay que esperar que se acomode.

P- ¿Pero por qué la economía no termina de arrancar?

R- El potencial que tiene la Argentina es impresionante, nunca tuvimos dudas. El campo ya lo está mostrando. Es una locomotora que con sólo no ponerle palos en la rueda, tracciona y responde rápido. Ya se ve en los niveles de producción. Ahí estamos hablando de alimentos, que es lo que el mundo necesita. Y está el potencial en la energía, que es por lo que el mundo se pelea. Desde esa perspectiva, la Argentina se ve distinta. Hay que abstraerse del ruido del momento.

P- Cuando vino Liveris, el año pasado, había un clima de entusiasmo, un momentum, que parece haberse perdido. ¿Qué piensa Liveris hoy?

R- Hace un tiempo, la mirada externa era mucho más negativa que la que nosotros tal vez transmitíamos desde la filial local. Está bien lo que dice el Financial Times y todo eso, les decíamos, pero no podemos dejar de ver algunas oportunidades. Hoy se revierte eso y el ruido nuestro tan argentino, no es lo que se está mirando de afuera. Lo que se está mirando es una trayectoria, los cambios estructurales y desde acá tenemos que contemporizar esa mirada, que sigue siendo positiva.

P- ¿El día a día local no genera ningún impacto?

R- Lo que tenemos que aprender los argentinos, yo trato de hacerlo, es no subirnos a la montaña rusa donde una semana todo está bien y la otra todo está mal. Yo no puedo manejar mis planes estratégicos por qué pasó con el paro del lunes. Pero tal vez sí influya un resultado electoral determinado, pensando ya en octubre. Ahí sí. Acabo de volver de los Estados Unidos, de una reunión global, y el punto que surge, si hay algún tipo de duda es, en general, si los cambios estructurales se van a mantener o si va a haber otro banquinazo. Es una duda válida aunque yo no soy de los que creen que en octubre se juega el destino del país aunque va a ser, seguramente, una señal de cómo la sociedad va acompañando o no algunos de estos cambios.
Creo que, desde el punto de vista de los negocios, hay que desdramatizar la política. Eso te nubla la visión.

Por fuera

de lo laboral

Alejandro Bacarat

Datos

Algunos tips del día a día que tiene Gastón Remy al margen de su trabajo como ejecutivo
Un libro: en realidad son dos, al mismo tiempo. Uno en papel, “Thank you for being late” (“Gracias por llegar tarde”) de Thomas Friedman, y otro en Kindle para el avión, “La historia de las marcas deportivas”
Un deporte: el rugby
Lado B: no me veo como un workaholic, no me gusta que me definan así, me considero más bien un apasionado por lo que hago. Y por Boca voy a la cancha todos los domingos con mi hijo

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