Subsidios: la clave es el aumento del costo de producción

“Queremos mejorar la composición del gasto público. La Argentina gasta mucho en subsidios que hay que ir eliminando”, indicó en Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en la conferencia de prensa donde presentó las metas fiscales para 2017. El funcionario presentó un plan de cumplimiento trimestral, y estableció una pauta de 4,2% de déficit fiscal (sobre PBI) para este año, acorde a lo estipulado por el presupuesto nacional.

La mención de los subsidios en la exposición del ministro, no es casual. En el seno del gobierno están convencidos que la masa total de subsidios es el principal renglón del presupuesto que debe ser ajustado, en especial aquellos que se dirigen a las empresas generadoras de energía.

La principal dificultad para lograr tal objetivo, es que el costo de generación de la energía, crece a una velocidad mayor a la que dicho costo se traslada a las facturas de consumo residencial. Un reciente informe de la consultora Macroview, lo grafica a la perfección. El estudio explica que en el año 2015, el costo de generación de la energía eléctrica era de 650 $/MWh, y lo que se cargaba en la factura de los consumidores era solo 95 $/MWh. La diferencia de 555 $/MWH era asumida por el Estado como subsidio (ver cuadro adjunto). En 2016, la gestión Macri actualizó las tarifas, y el costo cargado a las facturas pasó de 95 a 320 $/MWh. Sin embargo el costo de generación, creció hasta 1.050 $/MWh, con lo cual la diferencia (subsidio), pasó de 555 a 730 $/MWh. El monto nominal de la masa de subsidios creció por lo tanto un 31,5% nominal.

Algo similar sucederá en 2017. El costo cargado a las facturas pasaría a ser de 635 $/MWh, mientras que el costo de generación ascendería a 1.350 $/MWh, con lo cual el subsidio sería de 715 $/MWh.