A puro baile en Viedma para celebrar el Día de la Independencia

Una nutrida cadena de vecinos participó de un Pericón Nacional, la tradicional danza argentina, como modo simpático de celebrar el 201° Aniversario de la Independencia argentina.

Más de 150 parejas se hicieron presentes para bailar en la plaza San Martín, y así recordar esta fecha tan importante para todos los argentinos con un programa que se completó con un agasajo a los presentes con tortas fritas y chocolate. Esta merienda fue elaborada por integrantes del Cuerpo de Bomberos.

También captó la atención de la concurrencia el grupo de niños y jóvenes que integran la Orquesta del Bicentenario, dirigida por el profesor Evaldo Lescano. El grupo formado en 2014, en el marco del Programa Nacional de Orquestas y Coros Infanto Juveniles, interpretó cuatro temas que alcanzaron los aplausos del público presente.

Asimismo, fueron ovacionados los hermanos Fuentes en su interpretación en un dúo de guitarras el Himno Nacional y varias páginas músicales del fallecido bandoneonista Astor Piazolla.

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El acto fue presidido por el intendente José Luis Foulkes, en tanto que el historiador Leonardo Dam destacó los valores de los próceres, pero también de los hombres y mujeres anónimos que forjaron la libertad del país.

Durante el acto, Gisela Becerra, integrante de la junta vecinal del barrio Lavalle, brindó unas palabras sobre la jornada que compartieron las juntas vecinales de Viedma en Rosario, el pasado 20 de Junio, oportunidad en la que les entregaron un tramo de la bandera más grande de Argentina, y que utilizarán en diferentes eventos de la ciudad.

Miguel Inchetron, organizador del mayor baile popular, se mostró satisfecho ante de DeViedma por la gran convocatoria de bailarines que asistió el espectáculo “pese a las inclemencias del tiempo en el inicio de la jornada pasada”.

Destacó que “la plaza quedó chica con el abrazo final de los bailarines” que rodearon el monumento a San Martín.

Durante el acto se realizaron homenajes a los bailarines Elvira Trujillo y Francisco Armellini, el sacerdote Luis García Rodríguez, y los bomberos que elaboraron el chocolate.