El viedmense que vivió un calvario en el recital del “Indio” Solari

Mario Llancafil, un “fans” del “Indio” Solari llegó el martes a Viedma al ser rescatado por un camionero con el viajó a Choele Choel para salir de Olavarría, pero antes debió sobrellevar una serie de peripecias. Hizo 60 kilómetros de a pie, durmió a la intemperie en la ruta provincial N° 51 donde se alimentó a pan y agua.

El hombre tuvo en vilo a su familia de esta capital por más de 24 horas cuando le perdieron el contacto el domingo pasado luego de la caótica desconcentración en el predio La Colmena. Allí, murieron dos personas durante el recital.

Contó a DeViedma que “viajé con unos amigos con el que vamos a todos los recitales en un minibus que llegó hasta cerca del predio durante el mediodía del sábado” pero en el ingreso al predio “cada uno agarró por su lado”, y como producto de los trastornos provocados por la marea humana al término del espectáculo, le perdió el rastro a sus compañeros y a la “combi” que salió sin él, hacia esta ciudad.

Insistió en que “cuando quise salir, en medio del desbande y el barro que provocó la lluvia, hubo problemas: perdí los documentos que quedaron en el minibus, y sólo tenía encima 600 pesos, y un teléfono celular sin señal ni batería”.

Fue entonces que decidió caminar junto a un muchacho llamado David de Neuquén, y lo hicieron por la mencionada ruta “buscando llegar aunque sea a Coronel Pringles, que sabíamos que nos conduciría al Sur”.

Si bien dijo estar acostumbrado a “viajar a dedo” teniendo su primera experiencia con el recital anterior en Tandil, agregó que luego de pasar la primera noche sobre la ruta, una mujer policía los alzó en su vehículo trasladándolos hasta una rotonda de Laprida, donde un camionero que trasladaba cemento desde Olavarría hasta Neuquén, se apiadó de ellos, aunque -en su caso- le sugirió bajarlo en Choele Choel alegando que allí tendría mejores colectivos que desde Bahía Blanca porque su trayecto no le permitía demasiadas paradas.

Llancafil se mostró agradecido con Ramón, el chofer del camión cementero, y destacó que algo de suerte tuvo porque de distintos bolsillos de su ropa consiguió reunir 600 pesos.

“El pasaje de Choele a Viedma me costó 513 pesos, y el resto me alcanzó para una botella de agua mineral y galletits, me acuerdo que en el viaje de ida ya estábamos proyectando como mis amigos ir a Cosquín Rock 2018, aunque ahora lo estoy pensando bien”, concluyó.