Procesamiento y prisión preventiva por una “entradera” en Viedma

La víctima fue golpeada por tres delincuentes que se hicieron pasar por empleados de Camuzzi en la capital rionegrina. Uno de ellos sigue prófugo.

El juez de Instrucción de esta capital Carlos Mussi ordenó el procesamiento y prisión preventiva de Mauro Ezequiel Acosta y Lucas Ezequiel Giménez Pazos, por estimarlos co-autores penalmente responsables del delito robo en poblado y en banda. La víctima fue anciano al que le llevaron dinero haciéndose pasar por empleados de la distribuidora Camuzzi-Gas del Sur.

Se les atribuye la responsabilidad del hecho delictivo registrado en la mañana del 23 de junio pasado, y previo a ejercer violencia sobre el dueño de un domicilio en calle Roca al 600 se apoderaron en forma ilegítima de una notebook, un celular táctil, 1.000 pesos en efectivo, un reloj sumergible, dos pares de zapatillas y una sevillana. Por ese motivo, ambas personas siguen detenidas en el complejo penal de Viedma.

El magistrado sigue de cerca la situación -en el mismo caso- de otro sujeto llamado Juan Servando Tapia. Mussi advirtió que “no existen méritos suficientes como para ordenar el procesamiento ni disponer el sobreseimiento en relación al hecho que se le atribuye, sin perjuicio de proseguir con la investigación al respecto. Le pidió que no se ausente de la ciudad sin autorización judicial.

Para cometer el hecho, los imputados se comunicaron en la fecha antes indicada en dos oportunidades al teléfono fijo de la víctima, haciéndose pasar por empleados de la concesionaria presentándose inmediatamente después de la segunda comunicación en el domicilio. En forma previa a tocar el timbre, y cuando la víctima le franqueó el ingreso, dos de ellos accedieron a su vivienda y uno de ellos lo empujó cayendo sobre un sillón y lo ataron en una silla del living.

Luego le exigieron la entrega de dinero, armas y una caja fuerte, y ante su negativa comenzaron a golpearlo y apretarle el dedo anular de la mano derecha entre las dos personas. Seguidamente uno de ellos lo llevó hasta la cocina con la silla, cubriéndole el rostro y amordazándole la boca con ropa del perro. Le revolvieron toda la casa, hasta que ingresó una tercera persona y al mismo tiempo sonó el timbre. Dialogaron nerviosamente entre ellos, y pasados unos minutos, luego de llevarse las pertenencias, los los imputados se retiraron del domicilio de la persona de apellido Paz. Este quedó atado hasta las 12.55 aproximadamente cuando fue auxiliado por transeúntes que escucharon su pedido de auxilio al lograr por sus propios medios trasladarse con la silla cerca de la puerta de entrada de la vivienda.


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