Turno de alegatos en el juicio por violencia de género

El tribunal escuchará mañana el informe de los peritos balísticos y luego la presentación de las partes.

Turno de alegatos en el juicio por violencia de género

Tal vez se trate de un típico caso de violencia de género. Esos que algunos denominan “de libro”. Lo cierto es que la Justicia deberá definir un difícil y grave hecho sin testigos, pericias psicológicas que sostienen lo señalado por el imputado tanto como lo declarado por la víctima que sobrevivió milagrosamente a un disparo de arma de fuego que le impactó en la zona de la nuca.

Ana Saizar no sólo aseguró ante el Tribunal la inexistencia de violencia en su relación sino que desvinculó a su pareja de la intención de matarla. La bala ingresó en la parte posterior de la cabeza de la mujer, quien tras permanecer varios días en terapia intensiva se recuperó para sorpresa hasta de los médicos que la atendieron.

Semejante hecho generó la intervención policial y judicial, así como la denuncia penal de la madre de la joven herida, quien una vez recuperada intentó levantar esos cargos.

Los primeros policías en llegar a la vivienda escenario de los hechos en la toma que se levanta detrás del barrio Inalauquen señalaron ante los jueces que el mismo imputado fue quien los llamó y que fue él también quien acompañó a la mujer en la ambulancia que la trasladó hasta el hospital, circunstancias que hablan a su favor. A ello se suman informes psicológicos del cuerpo médico forense que certifican ausencia de indicadores que coloquen al imputado en la calificación de fabulador.

La falta de testigos en el escenario del hecho y la declaración de la víctima que reafirmó ante los jueces su relación afectiva sin problemas con su pareja dedicándole besitos al aire cuando finalizó su relato son elementos de peso. El único testimonio que hizo referencia a la existencia de violencia en esa pareja fue el de la madre de la joven baleada que no estuvo en el momento que ocurrió el hecho investigado.

No obstante resta que este lunes los jueces escuchen los informes de los peritos balísticos y los alegatos de las partes para luego tomar una determinación en este grave caso que, por milagro, no le costó la vida a una joven mujer.

Este hecho ocurrió en la madrugada del cino de agosto de 2015 en una vivienda ubicada en la toma del barrio Inalauquen. Mauricio Figueroa de 29 años llegó a juicio bajo la imputación de “homicidio en grado de tentativa doblemente agravado por violencia de género, por el vínculo y por el uso de arma de fuego” y desde el mismo momento de la agresión está detenido en el Penal N°1. Al comienzo del juicio se abstuvo de declarar ante el Tribunal integrado por los camaristas Marcelo Chironi, Ariel Gallinger y Guillermo Bustamante.

En base a las pruebas reunidas en la instrucción de esta causa para la Justicia en este caso medió violencia de género y el imputado tuvo la intención de quitarle la vida a su mujer al dispararle en la cabeza con un revólver calibre 38, provocándole lesiones graves. Ambos eran empleados estatales y Figueroa además delegado de ATE. La investigación determinó también que la pareja inició una discusión en el interior de la vivienda que terminó con el disparo que gatilló Figueroa y que impactó en la parte de atrás de la cabeza de la mujer sin orificio de salida. Ante el juez el imputado refirió que para ponerle fin a la discusión “tomó el arma de un bolso que había junto a la cama en la que ambos estaban sentados y le pegó con éste en la cabeza a la víctima, momentos en que el revolver se disparó”. Sin embargo, la pericia balística descartó la posibilidad de un disparo accidental, destacó el magistrado en el procesamiento dispuesto con el que el imputado llegó al juicio.


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