2017: ¿lo mejor del rock argentino fue independiente y alternativo?

Tres bandas indie, El Mató a un Policía Motorizado, Los Espíritus y Acorazado Potemkin, editaron los mejores discos del año. ¿Estás de acuerdo? Te invitamos a que leas, escuches y opines.

El rock argentino puso en evidencia este año que las propuestas más ricas e interesantes se encuentran en la escena independiente, ya que la critica y también el público coincidieron en destacar los nuevos álbumes de Los Espíritus, El mató a un Policía Motorizado y Acorazado Potemkin como los lanzamientos más notables del 2017.

“Agua Ardiente” es el título del tercer disco de Los Espíritus, “Labios de Río” el trabajo lanzado por el trío Acorazado Potemkin y “La Sintesis O’Konor” el álbum que editaron los platenses de El Mató a un Policía Motorizado.

Luego de décadas flojas, centradas en una mirada ombliguista con fórmulas musicales repetitivas y dificiles de exportar, el rock argentino comenzó a sacudirse el aburguesamiento y la modorra, abriéndose la venas para permitir que corriera sangre joven y nueva.

El Mató a un Policía Motorizado

El tsunami comenzó en La Plata (¿La Manchester Argentina?) que, como marca la tradición y por ser una ciudad universitaria, comenzó a producir bandas entre las cuales surgió El Mató a un Policía Motorizado, además de Norma, Mostruo, Capitán América y Señor Tomate, entre otros.

A fuerza de hits perdurables, que no se parecían en nada los que se emitían por las radios, y trabajando siempre de manera independiente y autogestionada, Santi Motorizado y los suyos fueron construyendo un camino.

Con la serie de EP’s “Navidad de Reserva”, “Un Millón de Euros” y “Día de los Muertos”, publicados entre 2005 y 2008, la banda edificó una base de público que creció paso a paso, se ganaron los elogios de la crítica y comenzaron con las giras.

“El tesoro” – The Furious Session en Sol de Sants Studios

La banda recorrió todo el país, fue convocada por los festivales de rock latino más importantes como Rock al Parque en Bogotá y el Vive Latino en el DF mexicano, y fue respondiendo con buenos discos como “La Dinastía Scorpío”.

Viajaron a España, tocaron en el Primavera Sound y el Sonorama y este año se despacharon con un gran disco que muestra su lado más pop, con trazos de un dark muy The Cure y una actitud romántica de su líder, cantante y bajista Santiago Motorizado.

A lo largo de 2017 además de viajar por el exterior, El Mató realizó una serie de exitosos shows en Niceto Club y en el Teatro Vorterix a lleno total, y cerró el año ayer, tocando en un horario central en el festival BUE.

Los Espíritus

Los Espíritus debutaron en el 2013 con un disco homónimo que sorprendió a todos porque su líder Maxi Prietto usufructuó su amor por el blues acústico, con mezcla de magia chamánica, vudú y delirio cósmico acompañado por músicos de otras bandas.

Junto a Prietto aparecen Santiago Moraes en guitarra acústica y voz, Martín Batmalle en bajo, Pipe Correa en batería y Miguel Mactas en guitarra eléctrica, ambos integrantes del grupo de reggae y dub Yataians, y Fer Barrey, de Morbo y Mambo, en percusiones.

El nombre de la banda fue creciendo con el boca en boca, recorrieron la escena under y en el 2015 se despacharon con “Gratitud” que abría con la mántrica “La Crecida”. En 2017 llegó el momento de dar el salto a primera con el estupendo “Agua Ardiente”, giras por España y Centroamérica, que se cerró con un notable show en el estadio Cubierto Malvinas Argentinas ante miles de personas, lo que confirmó el crecimiento de su convocatoria.

Acorazado Potemkin

Los Acorazado Potemkin están formados por conocedores de la escena rockera como Luciano Esain (Valle de Muñecas y Motorama) en batería, Juan Pablo Fernández (Pequeña Orquesta Reincidentes) en guitarra y voz, y Federico Ghazarossian (Los Visitantes, Don Cornelio y la Zona, Me darás Mil Hijos) en bajo.

Sorprendieron gratamente con el crudo y poético “Mugre” en 2011, con influencia de la poesía tanguera. Con el paso de los conciertos fue creciendo su nombre hasta que en el 2014 editaron “Remolino”.

En ese álbum Acorazado Potemkin ratificó la determinación de hacer un rock adulto, ni repetitivo ni caricaturesco, capaz de entregar una segunda horneada de canciones en las que la furia y el dolor vuelven a ser materia prima esencial para un trío dispuesto a pegar fuerte.

Acorazado Potemkin hizo de la independencia una bandera, pero no un panfleto, subía sus discos en forma gratuita a las redes y trabajaba en silencio, ganándose el respeto del público y colegas. La estela continuó este año con el hermoso “Labios de Río”, que reafirmó la potencia creativa del trío.

La banda sigue poniendo el acento en la comprometida expresividad de su trípode fundante para interpelar al rock y sus formas pero, además, se anima a expandir su abanico sonoro. “Labios de río”, nuevamente gestado entre la banda y Mariano “Manza” Esaín, irrumpe como un paso que ratifica un rumbo consecuente sin por ello caer en el riesgo de la repetición.

Para citar trazos gruesos del menú estético en el que abreva el conjunto debe citarse la persistencia en una lírica siempre espesa y penumbrosa que asume la conflictividad propia de la edad de quien la suscribe y que, por ello, evita la eterna adolescencia que aqueja al rock.


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