Los nuevos desafíos de una cuarentena agobiante

Con el Área Metropolitana como epicentro de la pandemia, el parate en la economía y el agotamiento por el encierro empiezan a impactar en la imagen del presidente. Las protestas y el riesgo de conflicto social. La opinión de tres reconocidos analistas.

Las encuestas muestran que el aislamiento está provocando problemas en la sociedad.

La cuarentena por el coronavirus acaba de superar los 70 días y la Argentina se acerca una vez más a un fin de plazo del programa de aislamiento social.

Sin embargo, esta vez el número de casos confirmados va en aumento claro y la situación en el Área Metropolitana de Buenos Aires –mientras en el resto del país se vive una flexibilización optimista– despierta alertas preocupantes, sobre todo por la expansión del virus en los barrios populares y asentamientos.

De todos modos, el relajamiento en el cumplimiento de las medidas de prevención resulta notable. Al mismo tiempo, por primera vez se registraron protestas en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires contra la continuidad del aislamiento estricto y los datos negativos sobre la economía son inéditos.

Río Negro consultó a tres reconocidos analistas, Jorge Giacobbe, Sergio Berensztein y Lucas Romero, sobre el desgaste de una medida que no tiene horizonte claro para el área más poblada del país. 

La economía ya preocupa tanto como la salud

Synopsis registró por primera vez a mediados de mayo una inversión en la relación de preocupaciones: el 48,7% de los encuestados respondió que le preocupaba más la situación económica y el 46,9% afirmó que le preocupa más el coronavirus. Esto fue antes de que el número de casos registrados empezara a crecer, por lo tanto la consultora volvió medir especialmente los efectos de ese aumento de casos en la última semana. Según contó a este diario su director, Lucas Romero, la inversión se mantuvo y creció la diferencia: 50,4% dijo estar más preocupado por la economía y el 44,7% por la situación sanitaria.

“La cuarentena es un recurso no renovable, porque no es ilimitado, hay que consumirlo con responsabilidad y sabiendo que en algún momento se va a acabar el recurso. Y lo que estamos viendo son señales del agotamiento de ese recurso. En el AMBA llevamos más de dos meses de una cuarentena estricta, eso va afectando el nivel de ingreso de la gente, va afectando la predisposición psicológica de la gente para estar en la casa, y en algún momento eso se termina acabando”, dice Romero.

La pregunta sería cómo podría cambiar esta percepción si empezaran a crecer claramente el número de muertos, como sucedió en otros países.

 Responde el consultor Jorge Giacobbe, ed Giacobbe & Asociados: “No va a haber un retorno a foja cero, a cuando el 85% de la población quería salud por sobre todas las cosas. Se pueden invertir las curvas, que salud vuelva a ganarle un poco a economía, sí, pero no creo que tan desbalanceado como al principio”.

La imagen de Fernández, ante un desgaste inevitable

La imagen de Fernández, disparada al principio de la pandemia, sufrió, como la cuarentena, desgaste. Según Lucas Romero la imagen positiva del presidente cayó por primera vez debajo del 50%, lejos del 69% que tuvo al iniciar la crisis. Según Jorge Giacobbe, Fernández entró a la pandemia con 38 puntos de imagen positiva, subió 30 puntos al inicio y cayó desde entonces 20 puntos.

De acuerdo a las mediciones de Synopsis, el 66% de los encuestados llegó a creer que la situación en el país sería más leve que en otros países, y eso cayó debajo del 50% con la suba de casos. El optimismo sigue siendo alto, pero a la baja. El 53,8% pedía una cuarentena más flexible en mayo y eso cayó ahora a 48% con la suba de casos. Al mismo tiempo, dice el director de la consultora, “tenemos los niveles ‘pesimismo económico’, respecto del futuro del país de acá a un año, más bajos de los últimos cuatro años. El 45% dice que su situación va a empeorar, sólo el 17% cree que va a mejorar, y cuando preguntás por los principales problemas que afectan al país la primera en el ranking está el desempleo”.

El desgaste del apoyo al presidente y del respaldo a la cuarentena parece estar anclado en el juego de fuerzas contradictorias. Hay algo que parecen reflejar todas las encuestas: estar preocupado por la grave situación económica no significa no estar preocupado por la situación sanitaria. O, mejor: aunque una supere a la otra, la preocupación económica y la preocupación sanitaria pueden crecer al mismo tiempo.

En ese sentido, dice Giacobbe: “Para una opinión pública que quiere dos soluciones que son contrapuestas, que no se pueden implementar al 100% las dos, es lógico que haya un gobierno que no sepa dónde pararse. Eso genera un desgaste a figuras que le tocan conducir la crisis, y por ende una reacción que adopta siempre el sistema político cuando está en crisis es echarle la culpa al otro”, sostiene.

“En la primera fase la situación era sencilla. La opinión pública deseaba una sola cosa y para el gobierno era fácil plantarse en un lugar claro: la opinión pública le tenía miedo al coronavirus, lo que quería era salud y el gobierno se plantaba y te daba la sensación de un plan no para la salud pero al menos para el resguardo. Una demanda, una necesidad, un producto. La opinión pública contenta. Pero a partir de ahí empieza a crecer otra necesidad que es contrapuesta con la anterior, pero no la suplanta. El conflicto que tenemos hoy es que gran parte de los argentinos quieren las dos cosas a la vez”, dice Giacobbe.

“Son fuerzas contradictorias manejadas por personas que solo pueden entender una necesidad. No son solucionables las dos, pero una respuesta podría ser la empatía. Entender la angustia. El presidente Fernández no está pudiendo ponerse ante la opinión pública y decir: ‘Hay dos posiciones, yo entiendo las dos, pero tengo que tomar una decisión y tomo esta’. Eso sería muy diferente de decir que hay dos posiciones y una sola es la válida, y los demás no entienden nada”, agrega el director de Giacobbe & Asociados. La angustia base del encierro, dice, existe desde siempre, más allá de los errores del gobierno y más allá de la preocupación estrictamente económica, y el desgaste, por lo tanto, era inevitable.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios