Seis meses de prisión preventiva para el acusado del brutal crimen en Roca

A través de la autopsia se supo que la víctima fatal, Lucas Pinilla, tenía 22 heridas distribuidas en todo el cuerpo. Formularon cargos por "homicidio agravado por ensañamiento".

El hombre acusado de matar violentamente a Lucas Oscar Pinilla de 35 años, fue imputado ayer por el delito de “homicidio agravado por ensañamiento”, ocurrido el lunes a la madrugada en calle Los Cisnes entre Sarmiento e Italia. Además, el acusado deberá cumplir prisión preventiva por el plazo de seis meses según la resolución de la jueza de Garantías.

La acusación fiscal postula que: «el imputado de manera cruel e inhumanamente atacó a la víctima utilizando un cuchillo y lo agredió en diversas partes del cuerpo. Luego tomó un palo, provocándole múltiples lesiones, muchas de ellas en la zona de la cabeza. Mientras Pinilla estaba en el piso inconsciente, el victimario prendió fuego una media sombra y se la tiró sobre el cuerpo, para luego darse a la fuga”.

El fiscal del caso, Luciano Garrido, explicó que, como sustento probatorio, se cuenta con el acta de procedimiento policial de las Unidades 21 y 31, las declaraciones testimoniales de los empleados policiales que intervinieron, como también de algunos testigos que estaban en el lugar del hecho.

Además mencionó el trabajo realizado por el Gabinete de Criminalística, que determinó en primera instancia que se observó una escena dinámica en la que se pudieron ver «importantes depósitos de sangre» y que se evidencia un arrastre de un cuerpo. El equipo secuestró un palo de gran longitud con manchas simil sangre.

La autopsia mostró, tras un examen externo del cuerpo, que Pinilla tenía un total de 22 heridas, siendo las de mayor envergadura las que presentaba en la zona del cráneo; se aseguró desde el Cuerpo de Investigación Forense del Poder Judicial.

El análisis forense no se había concluido en el día de ayer, ya que se le había practicado a la víctima fatal el hisopado de coronavirus. Finalmente resultó negativo.

El personal policial dio con el imputado luego de realizar un «operativo cerrojo» y un rastrillaje, tras los cuales lo encontraron escondido, con manchas simil sangre en las zapatillas, en las medias y en la campera.

Para el pedido de medida cautelar, la fiscalía fundamentó la existencia de «sospechas» de que el imputado intentará sustraerse del accionar de la justicia para entorpecer la investigación ya que se fugó luego de cometer el hecho.

Además, pesan sobre el imputado antecedentes penales computables del año 2009, que fue condenado a la pena de 12 años de prisión. En aquel momento era reincidente por tercera vez.

Por su parte, la defensa pública penal se opuso parcialmente a la formulación y solicitó que se lo impute por «homicidio simple». En su argumentación, planteó que «el agravante no se encuentra lógicamente descripto en el hecho y tampoco está detallado con los requisitos necesarios para esta etapa”. La defensa también se opuso al plazo de la medida cautelar solicitando que sea un mes de preventiva. Sin embargo, la magistrada resolvió a favor de los planteos del Ministerio Público Fiscal.


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