Comenzó el estudio epidemiológico a los vecinos de Cinco Saltos

CINCO SALTOS (ACS).- La subsecretaria de políticas de Salud, Raquel Llorca, encabezó ayer el inicio del estudio epidemiológico que permitirá conocer cuáles son las condiciones de salud de la comunidad saltense, bajo la hipótesis de que puede estar afectada por los contaminantes que utilizó en la producción la ex Indupa.

«Lo que dice la gente es preocupante», admitió ayer Llorca, quien recaló en la localidad junto con un equipo técnico que integraron el jefe del programa del control de cáncer de la provincia, Rubén Dario Kowalysyn y la epidemióloga Olila Arellano.

Antes de la reunión con los vecinos, el equipo médico se reunió con personal del hospital Cinco Saltos.

«Nosotros le vamos a suministrar todos los datos que tenga el hospital, se facilitarán las encuestas a través de los agentes sanitarios, estaremos a disposición para el muestreo y para todo lo que se pueda necesitar», dijo la directora del nosocomio, Norma Morales.

La subsecretaria especificó que a su regreso a Viedma con la información recabada ayer, se iniciará el «protocolo científico» o plan de trabajo para iniciar la tercera etapa, que será la del trabajo en terreno.

«No menos de 15 personas», aseguró Llorca que será el equipo que regresará a Cinco Saltos para tomar muestras, coordinar las encuestas, levantar material de los barrios aledaños a la ex Indupa, y en caso de requerirlo, iniciar los muestreos de sangre.

La presencia del equipo médico en el municipio atrajo a ex indupanos interesados en que analicen sus dolencias, muchas de las cuales no encuentran otra explicación más que la de haber trabajado expuestos a materiales peligrosos.

El equipo escuchó las descripciones de ex indupanos y de vecinos que convivieron con los desechos tóxicos de la ex Indupa; en tanto quedaron impactados por el relevamiento que hizo una vecina aledaña a la ex minera Shrur, donde se encontró carbón activado con mercurio mezclado entre la basura de bentonita. Con puntilloso detalle, la mujer describió los casos de muertes por cáncer de cada uno de los vecinos de las dos cuadras que rodean la ex minera; al igual que las dolencias de los residentes en el sector lateral del galpón industrial.

Los médicos quedaron azorados cuando la mujer les describió que en las tres cuadras lindantes al lugar, no habían integrantes de las familias que no padecieran cáncer o hubieran muerto como consecuencia de un canceroma.