El municipio cuestionó al defensor del Pueblo de Neuquén por los amparos ambientales

El subsecretario de Medio Ambiente, Francisco Baggio, atacó fuertemente la labor de la Defensoría del Pueblo de la ciudad.

El subsecretario de Medio Ambiente y protección ciudadana salió al cruce de la Defensoría del Pueblo y descalificó el accionar de su titular, Ricardo Riva, a quien consideró un «oficinista» que «se dedica a hacer amparos». Aseguró que la peninsula Hiroki está a resguardo por la protección de la guardia urbana y el plan de manejo ambiental en elaboración.

«Ricardo Riva parece haber perdido el norte», cuestionó Francisco Baggio. Aseguró que se «sorprendió» cuando recibió la resolución del defensor con la solicitud de puesta en marcha de actividades de protección ambiental y aseguró que el defensor se desempeña como un «funcionario de escritorio con el solo objetivo de presentar amparos».

Baggio, que tiene a su cargo la conducción, entre otros, de las cuerpos de inspección municipal y de la guardia urbana (que funcionan con sede en el Parque Central de la ciudad) acusó al defensor del Pueblo de desconocer la actividad de los guardaparques de la ciudad, un grupo de 11 personas a cargo de Pablo Canziani.

En un trato similar al que le propiciara años atrás el ex intendente Horacio Quiroga a la defensoría, Baggio dijo que había escuchado las declaraciones del defensor y evidentemente molesto por los cuestionamientos, aseguró que responderá la disposición y le enviará «un plano de la ciudad y un GPS» para que Riva «se oriente y deje el escritorio».

«Le rendimos cuenta a los vecinos a través del trabajo diario», sostuvo el funcionario municipal y enumeró, entre otros, la recuperación de la laguna Paimún (barrio Confluencia) que «era un basural que se iba a tapar por el relleno sostenido e incesante», la defensa del Paseo Agreste (en las inmediaciones del tercer puente) en contra de quienes realizaban extracción de leña o el cuidado de los incendios intencionales en la península Hiroki.

«Estamos con los bomberos en los incendios, con los vecinos acudimos para desterrar los microbasurales, es un trabajo incesante por la ciudad de Neuquén, hay malestar en los trabajadores del área que se sienten discriminados» por la disposición de Riva con el pedido de explicaciones al intendente Mariano Gaido, dijo Baggio.

Aseguró que la guardia ambiental contaba en los barrios con una red de voluntarios para las tareas ambientales, como las mejoras en la laguna de San Lorenzo o tareas de difusión.

El subsecretario de Medio Ambiente reveló que el edificio construido en la zona de la Confluencia de los ríos Limay y Neuquén, en el paseo costero, servirá de sede para los guardias ambientales también, además de funcionar como una posta policial y área de consultas de turismo.

«La guardia ambiental es una especie de guardaparques urbano, con competencias locales»

Francisco Baggio, subsecretario de Medio Ambiente y Protección Ciudadana

El Paseo de la Confluencia (entre Obrero Argentino en la costa del Limay y el límite de ribera del río Neuquén hacia el oeste) fue construido con más de 420 millones de pesos del ministerio de Obras de la Nación. La planificación original se modificó por el amparo que presentó la Defensoría, que suspendió la tala y movimientos de suelo en la zona ribereña del Limay hace dos veranos, tras las denuncias de vecinos del sector que se paraban frente a las máquinas contratadas por la UTE CN Sapag-Retamal Jara, a cargo de la obra.

Actualmente la ejecución de obra sigue en el lugar, pese a que fue uno de los cortes de cinta que llevó a cabo el ministro de Obras de la Nación, Gabriel Katopodis cuando visitó la ciudad en septiembre, en medio de las actividades por el aniversario capitalino.

A la península de Hiroki se accede sólo por una bicisenda y senda peatonal, sin posibilidades de incursión vehicular.

El estacionamiento de autos está a unos 100 metros del edificio, que custodia el ingreso al cartel con la insignia «Península de Hiroki» que fue plantado en el lugar cuando se produjo el conflicto entre los contratistas y los vecinos autoconvocados por las talas en las inmediaciones.

«El Paseo Agreste y la península de Hiroki tuvieron un cambio de uso, ya no se puede ir al lugar a hacer asados y acampar, es área protegida«, recordó Baggio, que aseguró que «la guardia ambiental permanentemente trabaja en Hiroki de manera móvil porque el edificio aún no está inaugurado, hace tareas de preservación, limpieza, conservación, preservación y concientización, con relevamientos de flora y fauna, muestreos de especies arbóreas, con control permanente al igual que el Parque Agreste», finalizó.


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