El ciberbullying está en aumento: cuáles son los desafíos en la era digital

El acoso a través de las redes sociales está instalado hace tiempo. Sin embargo, diferentes estudios ponen en alerta al escenario actual en el país y en el mundo.

Jóvenes afectados por lo que dicen sobre ellos en las redes sociales, adolescentes que no quieren ir al colegio para no encontrarse con sus “agresores virtuales”. Estas situaciones son más comunes de lo que parece.

Lee También

Los cinco puntos que tenés que saber sobre el Ciberbullying

El ciberbullying se convirtió en una problemática que va en aumento y genera alerta a nivel mundial. Las cifras que emiten organizaciones internacionales advierten sobre la gravedad de la situación que viven millones de jóvenes todos los años.

Al hablar del ciberbullying se hace referencia al acoso reiterado que incluye el uso de diferentes plataformas como e-mails, mensajes de texto e imágenes digitales enviadas a través de teléfonos celulares, páginas web, blogs, redes sociales, chats y demás tecnologías asociadas a la comunicación.

Esta situación trasciende el espacio físico del acoso escolar “tradicional”, conocido como bullying porque ocurre en el entorno digital. Si bien los dos – virtual o no virtual – son inaceptables, los desenlaces del ciberbullying pueden ser aún más graves. Una vez que el contenido está en internet es más difícil de eliminar y a veces queda para siempre.

Según un estudio de UNICEF, en Argentina, 6 de cada 10 jóvenes se comunica a través del celular y 8 de cada 10 usan internet. Actividades como chatear, jugar en línea, buscar y compartir información y contenidos son acciones cotidianas en el ejercicio de su ciudadanía digital.

Es muy común que el ciberbullying sea una extensión de lo que sucede en las escuelas o en otros ambientes físicos donde comparten infancias y adolescencias. Por eso la familia y las instituciones educativas tienen un papel fundamental en la prevención en primer término, luego en el reconocimiento de las situaciones que producen daño para que puedan ser modificadas y produzcan mejoras en las relaciones.

Mitty Martin es docente e integra el equipo de Contenidos Transversales de Convivencias Escolares, una iniciativa del Ministerio de Gobierno y Educación de Neuquén que ofrece asesoramiento y formación docente a instituciones educativas de la provincia, ya sean públicas o privadas.

Según explica la profesional, el abordaje debe ser pedagógico y no punitivo o criminalizante. “Es algo relacional que afecta no solo al que agrede y es agredido, sino que además tiene un impacto en el espacio de aprendizaje, como la escuela. Muchas veces son cuestiones que están naturalizadas, como la burla o la exclusión, y que se llevan a la virtualidad porque es parte del día a día de las infancias y adolescencias”, especificó.

En ocasiones las burlas o “chistes” son prácticas que están culturalmente incorporadas en los contextos adultos de origen. Por esto es importante concientizar a las familias para desnaturalizar esos modos de relacionarse.

La ONG «Bullying sin fronteras» indicó que en el período 2022-2023, las cuatro plataformas digitales consideradas más tóxicas en términos de ciberacoso son: Twitter, Facebook, Instagram y WhatsApp.

Desde la comunidad hay que pensar de qué manera contribuimos para acabar con la cultura del bullying y el ciberbullying. “Muchas veces se le pide a la escuela que ‘supervise’ o ‘vigile’ lo que los chicos y chicas publican en las redes. Sin embargo, esto tiene que ser un trabajo en conjunto de los adultos y adultas responsables por esas infancias y adolescencias para construir en corresponsabilidad con la escuela vínculos saludables y democráticos», asegura Martín

Lee También

Cómo reconocer y prevenir casos de hostigamiento virtual

La educación es un elemento crucial para ayudar a prevenir que los jóvenes sufran esta situación. Los profesionales afirman que es importante que las personas adultas conozcan el impacto que tiene para los más jóvenes un “me gusta” y las implicancias emocionales de recibir o no esa recompensa, por ejemplo.

Lo mismo ocurre con fenómenos como el vamping, un término utilizado para describir el hábito de despertarse durante la noche para consultar notificaciones o enviar mensajes. Esto afecta el descanso y también trae otras consecuencias para la salud y la vida de las personas.

Estar informados sobre estos temas ofrece mejores herramientas a los adultos a la hora de abordar este problemática y abre la posibilidad a un diálogo que puede ser fundamental para prevenir o aprender a lidiar con el acoso y el ciberacoso.

Ciudadanía en territorios digitales

Para lograr esa conciencia pública, es necesario trabajar articulado con los diferentes actores que influyen en el ciberbullying. Desde esa perspectiva, Faro Digital, una asociación civil fundada en el 2016, se dedica a la construcción de la ciudadanía digital. Realiza capacitaciones, talleres y charlas para docentes y familias, genera contenidos en redes sociales, entre otras iniciativas para lograr el uso consciente de las nuevas tecnologías.

“Cuando hablamos de ciudadanía digital hablamos del uso seguro de internet, de nuestros derechos y de comprender cómo funciona el universo online. Se trata también de tener una mirada crítica y reflexiva de lo que vemos publicado y de conocer cómo funcionan las plataformas que nos generan dependencia”, explicó Lucía Fainboim, directora de educación de Faro Digital.

Lo que sucede en internet es virtual, pero real. Tiene consecuencias y genera un impacto en la emocionalidad de las personas. Por eso no debe ser menospreciado. Es importante conocer y enseñarles a las nuevas generaciones cuáles son las formas de cuidado y responsabilidad que tenemos sobre el uso de la red de redes.