Todo lo que querés saber sobre los drones para la fruticultura: precios, modelos y cuál es su potencial de uso

Una demostración a campo realizada en la Estación Experimental Alto Valle del INTA, puso en órbita el uso de drones como tecnología estratégica para potenciar al sector frutihortícola. Se analizaron modelos, manejos, costos y sobre todo utilidades para la región.

La tecnología como aliada del agro expone en el manejo de drones la posibilidad de un salto cualitativo en el sector frutihortícola del Alto Valle. Labores agrícolas esenciales, como el manejo sanitario y las aplicaciones foliares ya pueden contar con el uso de drones como un aliado estratégico.

Así lo demostró el encuentro organizado por la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén, la Secretaría de Fruticultura de la Provincia y la empresa Natalini Agro SRL junto con el Centro Regional Patagonia Norte del INTA.

En la jornada a campo realizada en la Estación Experimental Alto Valle, productores y técnicos participaron del evento que se propuso acercar una tecnología que, aunque ya es utilizada en la agricultura extensiva, comienza a despertar fuerte interés en la fruticultura. El encuentro mostró el potencial de la herramienta y la necesidad de seguir investigando en su aplicación local. Y aunque era una mañana nublada y con lluvias leves, se pudo apreciar el manejo de un dron que sobrevoló el predio realizando aplicaciones.

“La tecnología llegó para quedarse”



La directora del Centro Regional Patagonia Norte del INTA, Mariana Amorosi, destacó la necesidad de avanzar con respaldo técnico. “Sabemos que la tecnología llegó para quedarse -sostuvo-. Sin embargo, es nuestra responsabilidad señalar que aún falta investigación en aspectos fundamentales como la dosificación, eficacia, eficiencia y en el manejo adecuado del uso de drones”.

Mariana Amorosi, directora del Centro Regional Patagonia Norte del INTA.


Amorosi subrayó el compromiso de “trabajar de manera conjunta entre el sector público y privado para generar y compartir información, de modo que los productores puedan acceder a herramientas tecnológicas con conocimiento y respaldo técnico adecuados”.

Los equipos en acción



En la demostración práctica, el referente del proyecto Drones de Natalini Agro SRL, Nelson San Segundo presentó los modelos que actualmente comercializa la empresa. En tanto el piloto David García monitoreaba los vuelos y Mauricio Moretti explicaba detalles técnicos, componentes, beneficios y eficiencia de cada modelo.

Facundo Fernández, secretario de Fruticultura estuvo en la presentación a campo de los drones.


San Segundo explicó que ya había hecho “el mapeo de parte del lote donde nos encontramos” para hacer una aplicación de agua con el dron T-50. “Será de 100 litros por hectárea, con una gota de 350 micrones para percibir la caída -detalló-, pero se están aplicando 80 litros por hectárea, con una gota de entre 250 y 300 micrones”.

Moretti describió los tres modelos presentados. “Desde el chiquitito, el T-25P, de 20 litros y 25 kilos; saltamos al que estaba volando David, el T-50, con 40 litros y 50 kilos; y el intermedio T-70, para 70 litros. Luego está el grande de la firma DJI, el T-100, de 100 litros o 100 kilos. Este viene con arnés para transportar cargas e incorporó el radar LIDAR, que con ayuda de inteligencia artificial arma un mapa 3D del terreno que queda guardado para futuros vuelos”.

Los asistentes al encuentro siguieron con mucha atención la demostración realizada con los drones.


Sobre el funcionamiento, Moretti detalló que “todos tienen las toberas con rotores: a medida que se cambia el tamaño de gota, varía la velocidad del rotor. Se puede planificar antes de volar o modificar en pleno vuelo”. Explicó que los motores difieren según el modelo: “el T-25P y el T-70 tienen cuatro, mientras que el T-50 y el T-100 tienen ocho motores cada uno. Y en los modelos nuevos las hélices son de fibra de carbono y más grandes” agregó.

Otro aspecto clave son los accesorios: “Cuando compras un dron viene con generador, tres baterías, cargador y control remoto. Y se puede adquirir la antena RTK, para tener una precisión centimétrica, o un kit de toberas adicionales, muy útiles en fruticultura”.

“Sabemos que la tecnología llegó para quedarse. Sin embargo, es nuestra responsabilidad señalar que aún falta investigación en aspectos fundamentales como la dosificación, eficacia, eficiencia y en el manejo adecuado del uso de drones”.

Mariana Amorosi, directora del Centro Regional Patagonia Norte del INTA.

Respecto a la autonomía, Moretti indicó que “la batería dura unos nueve minutos en uso en cualquiera de los drones, y el cargador la repone en seis minutos. Por eso se trabaja siempre con tres baterías, de modo de tener una cargada de manera continua”.

Finalmente, brindó una referencia de costos: “Aproximadamente el T-25P ronda los 15 mil dólares, el T-50 unos 25 mil, el T-70 alrededor de 35 mil, y el T-100 unos 44 mil dólares, precio de base”.

Expectativas del sector productivo



El presidente de la Federación de Productores, Sebastián Hernández, señaló que la herramienta “tiene mucha inversión, pero la eficiencia de la aplicación hace que a los productores les interese”. Y consideró que en pocos años, el dron podría convertirse en “una herramienta fundamental de la actividad, como hoy es el tractor o la máquina para curar”, especialmente en sanidad y aplicaciones foliares.

Sebastián Hernández, presidente de la Federación de Productores.


Asimismo, Hernández destacó el rol de las instituciones: “Contar con el INTA y con la provincia en estas demostraciones es muy positivo, como también la posibilidad del financiamiento, ya que hoy con Río Negro Fiduciaria el productor puede anotarse para poder comprarlo”.

Acompañamiento provincial



En representación del gobierno de Río Negro, el secretario de Fruticultura, Facundo Fernández, valoró la articulación con la Federación de Productores y el INTA, y subrayó que “para algunos productos el dron ya ha dado sobradas muestras de su eficiencia”.

Y recordó que el financiamiento para compra de drones se incorporó al Programa de Maquinarias: “De la misma manera que se incluye un tractor, una curadora o cualquiera de los implementos habituales, hoy también se contempla la adquisición de drones”.

Mirar hacia adelante



Los productores pudieron observar en campo y a pesar de las condiciones climáticas adversas, una tecnología que promete optimizar recursos y mejorar la eficiencia en las labores agrícolas.

El desafío está en seguir generando información que permita adaptar el uso de drones a las particularidades de los sistemas productivos del Valle. Como planteó Amorosi, se trata de conjugar innovación tecnológica con investigación aplicada y acompañamiento institucional, para que los productores cuenten con certezas al incorporar nuevas herramientas.


La tecnología como aliada del agro expone en el manejo de drones la posibilidad de un salto cualitativo en el sector frutihortícola del Alto Valle. Labores agrícolas esenciales, como el manejo sanitario y las aplicaciones foliares ya pueden contar con el uso de drones como un aliado estratégico.

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