Se reabre el debate sobre las virtudes y peligros del acuerdo comercial con Estados Unidos

El anuncio realizado este jueves renueva el debate sobre la apertura comercial y sus implicancias directas para la estructura productiva argentina. Existe consenso en relación al potencial desarrollo de tierras raras y el beneficio de arancel cero para aluminio y acero. Dudas sobre la capacidad de la industria para competir.

El gobierno argentino celebró este jueves el anuncio del acuerdo comercial entre Argentina y los Estados Unidos, el cuál confirma la alianza estratégica que nuestro país representa en la región para la administración Trump.


No obstante, la información que se conoce hasta el momento es luce vaga y escueta, e impide conocer en detalle cuáles serán los sectores de la economía argentina realmente alcanzados por el entendimiento. En ese marco, los economistas ya debaten acerca de las virtudes y los peligros que puede implicar una apertura total con la mayor economía del mundo.

Si bien el acuerdo supone nuevos mercados y nichos de negocio para la producción nacional de la mano un mercado que representa una cuarta parte del producto bruto global, también existen profundos interrogantes respecto al impacto que pudiera tener la apertura sobre la capacidad de la producción argentina para competir con las importaciones desde EEUU.


“Con este acuerdo Argentina logra el acceso al mercado más competitivo del mundo, lo que obliga a nuestras empresas a invertir, modernizarse y ganar productividad”, afirmó Agustín Etchebarne, director de la Fundación Libertad y Progreso. “Eso mejora la calidad y reduce los precios para los consumidores argentinos, mientras nos abre un mercado de 340 millones de habitantes con enorme poder de compra”, agregó.

Con el acuerdo se fortalecen los complejos de minerales críticos como litio, tierras raras y cobre, que requieren mejor logística ferroviaria y generan trabajo para cientos de pymes»

Agustín Etchebarne – Fundación Libertad y Progreso

El economista ultra liberal destacó además el significado que tiene el acuerdo en el marco de las reformas estructurales que el gobierno de Javier Milei impulsa, como la tributaria y la laboral. «Integrarse a la economía del siglo XXI exige dejar atrás la tecnología del siglo XX: este avance presiona para acelerar la modernización laboral, simplificar y reducir impuestos, terminar con la industria del juicio y permitir sindicatos de libre asociación con negociación individual para quienes así lo elijan», afirmó.

Como contracara, los especialistas señalan las implicancias de un acuerdo bilateral. “El esquema refuerza a EEUU como socio dominante y limita la política comercial argentina: relega a otros proveedores, como China, reduce el margen para diversificar importaciones y usar el comercio para el desarrollo industrial” indicó el economista Hernán Herrera, investigador del área de Economía del Instituto Argentina Grande (IAG).


Más que equilibrar la relación, el acuerdo consolida a Argentina como exportador de materias primas, con menor autonomía para definir socios y estrategias de inserción externa” agregó Herrera.
El panorama comenzará a despejarse esta semana, a medida que se conozca en detalle la letra chica y el alcance legal.

Precisamente en ese detalle aún desconocido radica la oportunidad que puedan tener diversos sectores de la economía nacional de acceder a un mercado gigante que hasta el día de hoy se encontraba cerrado.

«Hasta el momento no vemos un acuerdo, si no un marco previo que es de rendición incondicional. Le veo chances si se negocia la apertura a los caños sin costura de Techint, lo que permitiría desplazar a los chinos del mercado americano»

Pablo Tigani – Consultora Hacer

«Las oportunidades inmediatas se concentran en la ganadería y los frigoríficos —con la posibilidad de exportar 80.000 toneladas de carne—, en la agroindustria con mayor valor agregado, y en la siderurgia, donde acero y aluminio ingresan con arancel cero. También se fortalecen los complejos de minerales críticos como litio, tierras raras y cobre, que requieren mejor logística ferroviaria y generan trabajo para cientos de pymes» asegura Etchebarne.

En tanto Pablo Tigani, titular de la Consultora Hacer, prefiere la prudencia hasta tanto se conozca el alcance real del acuerdo. «Hasta el momento no vemos un acuerdo, si no un marco previo a un acuerdo. A priori, ese marco de rendición incondicional», aseguró Tigani. «Le veo chances de prosperar si se negocia la apertura a los caños sin costura de Techint, lo que permitiría desplazar a los chinos del mercado americano«, explicó.

Herrera en tanto, descree de que el balance pueda resultar positivo. «La sensación es de subordinación a los intereses de EEUU, de los cuales no está claro que mejore nuestro comercio exterior de manera total. Quizá algún sector se vea beneficiado ¿aluminio, acero? pero de modo completo puede traernos problemas en los compromisos ya existentes», afirmó.


El gobierno argentino celebró este jueves el anuncio del acuerdo comercial entre Argentina y los Estados Unidos, el cuál confirma la alianza estratégica que nuestro país representa en la región para la administración Trump.

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