González de Nación: De la intervención al desarrollo, la nueva agenda para el petróleo argentino

Daniel González analiza el presente de la industria petrolera argentina, marcada por la eliminación de retenciones y la expansión de infraestructura.

Por Daniel González, secretario de Coordinación de Energía y Minería de la Nación

La Argentina llega a este Día del Petróleo en un momento decisivo para la industria. No solo porque alcanzamos el récord histórico de producción de crudo —superando el pico de 1998— sino porque esto ocurre en un contexto donde volvimos a ordenar las reglas de juego, devolver previsibilidad y reinstalar al sector privado como protagonista central del desarrollo energético.

Todo esto sucede aun con un precio internacional del petróleo 17% inferior al de hace un año. A pesar de ese entorno, la actividad no se detuvo: en el no convencional perforamos 20% más pozos, realizamos más de 30% más etapas de fractura y alcanzamos niveles de producción inéditos.

Esa capacidad de sostener el ritmo en un ciclo desfavorable es la muestra más clara de la madurez y visión estratégica del sector.

El impacto ya se refleja en la macroeconomía. Luego de una década de déficit, la balanza comercial energética volvió al superávit, y entre enero y octubre de 2025 ya superamos el saldo de 2024.

Si la tendencia continúa, cerraremos el año con alrededor de 7.500 millones de dólares de superávit energético. Son dólares genuinos que fortalecen las reservas, reducen la vulnerabilidad externa y generan empleo y desarrollo en todas las provincias productoras.

Durante años, el sector convivió con controles, discrecionalidad y un esquema tributario que desincentivaba la inversión. En este período comenzamos a desmontar ese modelo y reemplazarlo por reglas claras y un marco competitivo.

Reformamos la Ley de Hidrocarburos para liberar exportaciones y alinear precios con estándares internacionales. Avanzamos con Chubut, Santa Cruz y Neuquén en la decisión de eliminar las retenciones al petróleo convencional para proteger la actividad en cuencas maduras.

Eliminamos las retenciones a lubricantes y grasas base, impulsando un sector con fuerte potencial exportador.


Visita a Neuquén y reunión con el gobernador


Y aquí se dio un punto de inflexión.

Después de una visita de campo a la provincia de Neuquén y una reunión de trabajo con el gobernador, el ministro Caputo nos instruyó a avanzar en un objetivo estratégico: diseñar el camino para incorporar todo el upstream al RIGI.

El mensaje fue claro: si queremos que la Argentina escale su producción, multiplique infraestructura, acelere exportaciones y compita globalmente, necesitamos un marco homogéneo, previsible y competitivo para las inversiones de largo plazo. Ese trabajo ya comenzó y será determinante para la próxima etapa de desarrollo del sector.

El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones es hoy una de las herramientas más potentes que tiene el país para acelerar la inversión productiva, y los resultados lo demuestran: 29 proyectos presentados, más de 60.000 millones de dólares comprometidos y un tercio directamente vinculado al sector energético.

No son promesas: son oleoductos, plantas de tratamiento, proyectos de GNL, obras logísticas y desarrollos estratégicos que ampliarán la capacidad exportadora de la Argentina.

Un caso emblemático es Vaca Muerta Sur, liderado por YPF junto a PAE, Vista, Pampa Energía, Pluspetrol, Chevron y Shell. Son alrededor de 3.000 millones de dólares para transportar 550.000 barriles diarios hacia 2027, con potencial de llegar a 700.000 barriles por día.

Una obra histórica, financiada íntegramente por el sector privado, acompañada por bancos internacionales y sin costo fiscal para el Estado.

A esto se suman la expansión del gasoducto Perito Moreno, un gasoducto dedicado para GNL y tres plantas de tratamiento para petróleo no convencional, todos en análisis bajo el RIGI.

Es, sin dudas, una política pública exitosa: recuperó la confianza, atrajo capital internacional y abrió una ventana histórica para transformar el perfil energético del país.


Compañía pionera del shale en EE.UU


El contexto internacional obliga a reforzar nuestra competitividad. La roca de Vaca Muerta es de calidad excepcional, pero nuestros costos deben seguir ajustándose para garantizar que la Argentina pueda competir globalmente. Por eso trabajamos en simplificar regulaciones, reducir distorsiones tributarias, mejorar infraestructura y consolidar una macroeconomía ordenada.

Cuando esas condiciones se sostienen, el interés internacional aparece. La llegada de Continental, una de las compañías pioneras del shale en Estados Unidos, es una señal inequívoca.

No viene a sustituir a nadie: viene a sumar competencia, mejores prácticas y nuevos proveedores. Nuestro objetivo es claro: que Continental sea la primera de muchas.

En paralelo, avanzamos en la liberalización gradual del mercado de gas, replicando el camino iniciado en el sector eléctrico. Normalizamos las tarifas de transporte y distribución, devolviendo solvencia a empresas que hoy vuelven a ser sujeto de crédito. Habilitamos retiros voluntarios del Plan Gas para contratos libres.

Trabajamos en una adecuación voluntaria del régimen, anticipando el fin del esquema de subsidios y comprador único. Pronto adecuaremos las rutas de transporte para reflejar la disponibilidad real de gas y estamos avanzando para que ENARSA deje de ser el único comprador de GNL, abriendo paso a un mercado más competitivo y eficiente.

Las provincias productoras saben que cuando la industria energética crece, crece todo: empleo, infraestructura, comercio local y oportunidades para una cadena de valor cada vez más sofisticada. Lo que estamos construyendo es un cambio estructural: un Estado que ordena, habilita y deja de obstaculizar, y un sector privado que invierte, innova y lidera el crecimiento.

Si sostenemos la estabilidad macroeconómica, respetamos contratos y avanzamos en la incorporación del upstream al RIGI, la Argentina podrá consolidarse como un actor energético de escala global.

Y entonces, cada Día del Petróleo será no solo una celebración de nuestra historia, sino un hito más en el camino de un país que vuelve a crecer, exportar y generar oportunidades con las empresas del sector como protagonistas.


Por Daniel González, secretario de Coordinación de Energía y Minería de la Nación

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