Seguirá la tensión y se imponen cambios al plan de ajuste

Análisis

Fue una carrera apretada, pero tres horas después del cierre de los locales electorales estaba claro que los partidarios del rescate y del euro llevaban la delantera. Por lo menos al hacer la suma sobre el papel, pues por ahora no está claro si Grecia seguirá en la moneda única o regresará al dracma. Grecia está en el mismo lugar que hace seis semanas. Los líderes de los partidos deben negociar y superar sus diferencias. Los electores esperan un gobierno estable. Pero al mismo tiempo, más de una tercera parte de los electores han dado un mensaje claro: la actual política de ahorro y reformas debe acabar. “El pueblo ha condenado dos veces en seis semanas el plan de ajuste”, afirmó el líder de la izquierda radical, Alexis Tsipras. Aunque por el momento no se sabe cómo será posible, sobre todo si los bancos e inversores cierran el grifo de la financiación. La izquierda radical es sin duda la gran ganadora de las peor crisis económica y financiera. Los jóvenes votantes confían más en la izquierda que en los conservadores y socialistas del Pasok, que con corrupción y tráfico de influencias hundieron al país. También los fascistas del partido Amanecer Dorado se benefician del voto de protesta y volverán a estar presentes en el Parlamento. Los frentes políticos están claros. Los conservadores son la principal fuerza política. “El pueblo ha elegido a los políticos que apuestan por el crecimiento y la permanencia en la Eurozona”, afirmó Antonis Samaras. No obstante, en su propia agrupación critican las fuertes medidas de ahorro contempladas en el plan de rescate, por considerar que ahogan la economía griega. La tasa de desempleo asciende al 23% y, entre los jóvenes, uno de cada dos está sin trabajo. Parece que una explosión social será sólo cuestión de tiempo. Por ello, también los conservadores pretenden una relajación de los planes de ahorro. Políticos europeos ya dejaron entrever que están dispuestos a debatir sobre una moratoria para aplicar las medidas, pero que no hay alternativa a la austeridad. En una cosa están de acuerdo todos los griegos: el país necesita un gobierno estable y capaz de hacer frente a la crisis. “Háganlo como la selección”, afirmó un locutor, después de que Grecia eliminara por 1-0 al favorito de su grupo, Rusia. También en Atenas haría falta un milagro así para que la tranquilidad llegue a Grecia de una vez por todas. Pues incluso si forman gobierno los proeuropeístas conservadores y socialistas, los radicales de izquierdas y comunistas podrían bloquear con huelgas todos los esfuerzos reformistas. (DPA)


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