Ahora el «Depo» ya podría encarrilarse

"El equipo está levantando y eso es clave", dijo Spada.

«Nos llegó un poco tarde el primer triunfo, pero ayuda a sacarnos la mufa de encima». La reflexión de Mario Spada se acompaña con otra interesante expresión: «El equipo está levantando y haberle ganado a Ciclista por 24 puntos es un dato fuerte. No recuerdo si en el torneo pasado sacamos acá tanta ventaja».

La victoria del viernes es oportuna, porque como se le venían dando las cosas al «Depo», el panorama hacía trepidar a cualquiera. El tema de las lesiones acaparó temores en la semana. Leonardo Ansaloni terminó en el quirófano (tiene para cuatro semanas), mientras que el esguince de Fernando Alvarez no adquirió una gravedad como para dejarlo fuera.

Sorteados tantos contratiempos -el equipo venía con cuatro derrotas al hilo-, el panorama cambia; pero apenas. No creerse que ya está. Roca sigue atrás en la grilla sur y para meterse en los siete que accederán al TNA-1, debería terminar entre los tres mejores o sobresalir como cuarto, computando la llave del norte.

Aunque el trecho todavía será muy complicado, por cómo jugó ante Ciclista, la cosa pintaría un poco más alentadora.

Esta vez el equipo tuvo un rendimiento parejo en todo el encuentro y pese a que se «comió» los tiros exteriores de Mázzaro y Anderson, levantó una muralla cerca del tablero propio, lo que fortificó cuando estuvo Gerardo Barrera. «Fue un relevo de lujo», aportó Spada.

Donald Jones jugó su mejor partido. Además de golear (22), borró en defensa y ataque a un jugador con el fuste de Aispurúa (cero punto y cinco fules).

No haber extrañado al lesionado base titular es un dato positivo para Edgardo Sesma. Mostró dinámica, atrevimiento y no escatimó probar cómo andaba de puntería. Alguna mala entrega y una falta ingenua (contra Lamas) no desdibujan su tarea. Pero debe computar esos «detalles» porque le servirán en el futuro.

El que se «despertó» con el gol fue Mario Sepúlveda -tercero en ese rubro del equipo, con 16- y no queda al margen el valor que tiene disponer de un jugador con el oficio de Mariano Aguilar, por la ayuda a los propios (defendió mucho y anotó 17) y las «mañas» para encrispar a los adversarios.

El jugador «termómetro» de este equipo es Darryl Johnson. Y el hecho de que esta vez no hayan tenido tanta dependencia suya -la otra semana anotó 41 ante Lanús y Roca igual perdió-, es el mejor índice para calificar de excelente el rendimiento global.

Lo que sigue mostrará si, superada la mala racha, el «Depo» puede llegar a meterse en la pelea. No es fácil, porque no debe olvidarse que resignó puntos «bravos» en el camino.


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