Ahora hay inversores que se ocupan del medio ambiente

Por Andrew Callus

Alégrense, especies en extinción; cuídense, contaminadores del medio ambiente -los inversores que se preocupan por estos temas han tomado cartas en el asunto.

En el mes último, las agendas de las reuniones anuales de dos de las mayores compañías de recursos naturales fueron puestas a prueba por resoluciones embarazosas que desafiaban la manera en que manejan sus negocios.

Los medioambientalistas y los activistas de los derechos humanos que solían contentarse con hacer ondear pancartas en las calles, se han puesto sus trajes para unir fuerzas con los poderosos Fondos de Inversiones Socialmente Responsables (SRI, por sus siglas en inglés) para llevar al mundo corporativo las resoluciones de accionistas que exigen cambios radicales en sus políticas.

La junta de la gigante minera Rio Tinto Plc fue obligada el miércoles a permanecer sentada para escuchar una bien preparada presentación de uniones comerciales y grupos de defensa de los derechos humanos respaldados por activos de 44.000 millones de dólares y posteriormente defendieron su posición.

Las resoluciones exigieron que Rio Tinto adopte las convenciones de la Organización Internacional de Trabajo sobre derechos humanos en sus labores y que se designe un vicepresidente no ejecutivo para hacer de la junta un ente más representativo a los accionistas.

El apoyo de mayorías no será hecho público sino hasta el 24 de mayo, cuando el brazo australiano del grupo celebre su reunión general anual, pero «otros inversores institucionales se han vinculado al respaldo … en los últimos días», dijo Joanne Seagers, del grupo de la central laboral británica, el Congreso de Uniones Comerciales.

El triunfo no está claro en las cartas, pero los que apoyan las resoluciones esperan emular al grupo ambientalista Greenpeace, que hace un mes reivindicó una victoria moral frente al gigante petrolero BP Amoco Plc, al persuadir a una significativa minoría de accionistas a respaldar su posición en defensa del medio ambiente.

Estremecida la BP

La junta de BP, que administra una de las 12 más grandes compañías del mundo en términos de valor, fue advertida por el siete por ciento de sus accionistas que se debería suspender la operación de perforación en partes sensitivas del ambiente en el Artico y reinvertir el dinero en energía solar.

Greenpeace logró incluir su resolución en la agenda gracias al apoyo de Trillium Investment, uno de los grupos de SRI. Resoluciones similares han llegado anteriormente a reuniones anuales de juntas en los Estados Unidos, donde las resoluciones de los accionistas son relativamente algo común. Pero la medida de la revuelta en BP no tuvo precedentes y pudo haber sido mayor si BP no hubiera suavizado algunos reclamos entre sus más importantes inversores. (Reuters)


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