Al errante Barcelona de Messi sólo lo salva ganar la Champions, ¿con Setién en el banco?

Con el título en la Liga española cada vez más complicado, un Antoine Griezmann que no cumple las expectativas y muchas dudas alrededor del técnico Quique Setién, el Barcelona afronta la recta final con un clima muy revuelto.

El empate 2-2 del martes en el Camp Nou ante el Atlético de Madrid supuso la tercera igualdad del equipo azulgrana en cuatro partidos por liga, lo que le ha hecho ceder los mandos de la tabla al Real Madrid, que este jueves amplió su ventaja a cuatro puntos en la cima al superar 1-0 al Getafe. Pero más allá de los resultados decepcionantes, la preocupación es especialmente fuerte por la sensación de que el Barsa es una olla a punto de explotar, con más preguntas que certezas.


Griezmann, un suplente muy caro


Después de rumores sobre el vestuario que agitaron al club el pasado fin de semana y una reunión con la dirección, las decisiones tácticas del entrenador Quique Setién parecen muy discutidas. El campeón mundial Antoine Griezmann, fichaje estrella que costó 120 millones de euros pagados al Atlético de Madrid, apenas entró en juego en el minuto 90 en el duelo del martes ante su exequipo. Un suplente de lujo.

Antoine Griezmann negó que tenga intenciones de salir del Barcelona.

«No le pediré disculpas pero entiendo que pueda sentirse mal. Yo también por él, porque es un gran profesional y una gran persona», declaró Setién tras el partido , mostrándose convencido de que el jugador galo comprenderá su suplencia.


Un entrenador cuestionado


Varias decisiones tácticas discutibles dejan a Setién en una situación complicada. No sólo por él sino también por Eder Sarabia, su verborrágico y ampuloso ayudante de campo que ya tuvo problemas con Lionel Messi a la vista de todos en el partido ante el Celta. El técnico de 61 años había sido llamado en enero precisamente para tratar de calmar las aguas en el club, tras la etapa de Ernesto Valverde, cesado cuando era líder de LaLiga por el supuesto mal juego del equipo.

Quique Setien, en el partido ante el Celta en Balaidos, Vigo. (AP Photo/Lalo Villar)

«No puedo prometer ganar, pero sí que mi equipo jugará bien», declaró Setién en su presentación. Toda una declaración de intenciones. Pero por el momento esa promesa no se ha cumplido y el Barça no está brillando por su juego, además de decepcionar con sus resultados. «Estoy acostumbrado a superar situaciones delicadas», afirmó Setién. «No estoy tan contento como cuando llegué, porque la situación es la que es, pero interiormente me siento bien», añadió.

Si el Barcelona, tal como se presenta el panorama, pierde la Liga a manos del Real Madrid, difícilmente la dirigencia blaugrana deje en manos del entrenador la presente Liga de Campeones. El candidato más firme en reemplazar a Setién es Xavi Hernández.


Messi, un gol 700 en vano


A los 33 años, el capitán Lionel Messi sigue siendo la superestrella del Barça, pero en ocasiones no basta. Ante el Atlético marcó el gol número 700 en su carrera profesional pero la ‘Pulga’ ha perdido un poco de ritmo tras la reanudación del torneo y no es suficiente su aporte para esconder las carencias del juego azulgrana. Quedan cinco jornadas para que el Barcelona reaccione y Messi será clave. Por algo es el máximo anotador de esta Liga (22 tantos), aunque su club ya no depende de sí mismo.

Si La Liga se escapa finalmente, solo le quedará como tabla de salvación la Liga de Campeones, donde el camino todavía es largo. Le queda pendiente la vuelta de octavos de final de octavos de final, ante el Napoli (ida: 1-1). Si lo supera accederá a esa inédita ‘Final 8’ en Lisboa contra lo más selecto del fútbol europeo, pero ¿en qué estado de forma se encontrará este Barça dentro de un mes?


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