Alasia, la historia del héroe que se fue de Cipolletti

La bomba explotó el martes por la noche. Para el hincha cipoleño es la peor noticia posible. Matías Alasia no sólo es el mejor futbolista albinegro de los últimos años, sino que ingresó con sus atajadas en la galería de los ídolos del club. Además constituye, por peso propio, la base de la pirámide en cualquier equipo que le toque integrar. Esa era la idea de Víctor Zwenger, hasta que el arquero le comunicó a los dirigentes que no seguiría en el club, como se había acordado de palabra entre las partes. En su encuentro con la directiva, el protagonista argumentó no estar de acuerdo con el proyecto deportivo.

Fue el propio entrenador quien, lógicamente, reconoció en su arribo la importancia de que Matías fuera el 1 del Capataz por tercera temporada consecutiva.

Cabe recordar que hasta agosto no se puede firmar ningún contrato con el formulario correspondiente de AFA, entonces las negociaciones se llevan adelante sin respaldo escrito. Eso le da margen de maniobra tanto a dirigentes como a jugadores.

Para la dirigencia fue un baldazo de agua fría. El guardameta se manifestaría en las próximas horas para darle su versión de la situación a los hinchas.

La historia del “1” en el Capataz

Alasia llegó a Cipo a mediados de 2016 para reemplazar al muy querido Nicolás Caprio y se transformó en un ícono.

Sin dudas, los penales que atajó en su carrera fueron determinantes. Comenzó haciendo de las suyas contra Deportivo Madryn por Copa Argentina. Atajó algunos en la campaña, como contra Sportivo Las Parejas. El nivel de ‘’arquero de equipo grande’’ le dio más confianza. En los partidos del Federal A tuvo apariciones determinantes, de esas que le dan puntos a su equipo.

Luego se lució en las definiciones desde los doce contra Juventud Antoniana, Gimnasia y Tiro y Gimnasia de Mendoza, con Henry Homann como DT.

A mitad de 2017 su nombre se escribió contra San Lorenzo, en una derrota por penales que igualmente le dio la chance de mostrar su capacidad atajando el remate de Nicolás Blandi.

Para la 2017/2018, las cosas no salieron como se esperaba y Cipo terminó peleando el descenso. No se cumplieron los objetivos y Alasia fue autocrítico con su rendimiento y el del equipo. Pero en el inicio de este año, con más penales parados por él, Cipo eliminó a Deportivo Roca y luego goleó a Independiente de Neuquén para meterse en el cuadro final de la Copa Argentina.

El Capataz no aprovechó el envión anímico y hasta Alasia vio la roja en Cerri ante Sansinena (1-3). Por primera vez tuvo que relegar la titularidad en la reválida, donde Cipo se salvó del descenso en la última fecha.

Pero había tiempo para otro capítulo glorioso, el que a la postre sería el último con el buzo del Capataz. Atajó tres penales contra Arsenal en Cutral Co, donde Cipo se plantó con un equipo con mayoría de jugadores del club y los referentes que el fanático siente como propios. Uno de ellos, el más querido, es Alasia.


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