Aluminé reescribe su propia historia con los residuos

Esta localidad viene dando pasos claves en la resolución del problema que supone la basura. El intendente Gabriel Alamo afirmó que “cerrado definitivamente el vertedero sobre la vera del río Ruca Choroy, pusimos punto final a un problema ambiental de cerca de 30 años”.

Este proceso supuso una inversión millonaria por parte del gobierno provincial e implicó arduos meses de trabajo. En Aluminé, ahora todo residuo debe pasar por la planta de Residuos Sólidos Urbanos para su tratamiento específico.

En ese sentido cabe destacar también la obra de ampliación que ya se realizó con el apoyo de la Unidad Ejecutora Provincial (U.E.P) en dicha planta y que permite al equipo que conforma la Cooperativa Los Amigos del Pueblo trabajar con mayor comodidad y eficiencia.

Cabe recordar que en enero de 2016 el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad el traspaso del proceso de gestión de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) a manos de la cooperativa “Los amigos del pueblo” S.L.

Luego de un largo proceso, en el que se fueron realizando ajustes a fin de optimizar el servicio, hoy el proceso integral de recolección se divide entre la Municipalidad –que realiza la recolección y vigía- y la Cooperativa que trabaja exclusivamente en la Planta de Tratamiento de RSU.

Allí se realiza la clasificación, separación y posterior venta de los fardos de residuos reciclables como el vidrio, plástico, papel, cartón, etc., así como también se enfarda el residuo de rechazo.

Al día de hoy, todo residuo domiciliario debe pasar por la planta de tratamiento de RSU a fin de clasificar o tratar según corresponda. De esta manera, los residuos se clasifican según reciclables (residuos inorgánicos que se venden enfardados a diferentes puntos del país), reutilizables (el caso de los residuos orgánicos que se llevan a la compostera municipal) o de tratamiento específico: tal es el caso del aceite vegetal (que será utilizado para hacer biodiesel), el aceite mineral que se acopia y se envía a centros de tratamiento específico, las pilas, la chatarra y residuos tecnológicos que se acopian para su posterior disposición.

Finalmente, aquel residuo que no se recicla, no se vende, ni se reutiliza, se denomina residuo de rechazo y se enfarda, disminuyendo notoriamente su volumen, para ser depositado en el relleno sanitario situado en el ex campo Cordero. El relleno sanitario se trata de una técnica para la disposición final que consiste en encapsular los residuos enfardados a fin de que no contaminar napas y suelos.

Quienes trabajan en la planta de RSU afirman que comparativamente desde hace unos 5 meses es “muy notorio el cambio en la conciencia de la comunidad, ya que clasifican mucho más y el residuo seco llega efectivamente seco”.

Aun así falta mucho más, por eso si cada una y cada uno de nosotros hacemos las cosas bien en casa (es decir, en el origen de la basura) todo es mejor y más fácil para la cooperativa y por ende para el pueblo.

Desde la Municipalidad y desde la Cooperativa se invita a los vecinos y vecinas invito a recorrer este lugar para entender el proceso de la basura.

Belén Vásquez y Miriam Salazar se incorporaron como promotoras ambientales que recorren el pueblo a fin de concientizar a la comunidad sobre el correcto tratamiento los residuos domiciliarios, la tenencia responsable de perros, uso del agua por la temporada de riego y como informantes de la municipalidad.

En sólo 6 meses han logrado visitar más de 800 domicilios, y este lapso coincide con el mejoramiento en la separación, por lo que su trabajo está mostrando sus frutos.

La información que difunden se basa en las Ordenanza 125/09, es responsabilidad de cada vecino tener su propio contenedor, mantener su frente limpio y la gestión de residuos. Ordenanza 010/98, norma tenientes a mantener la higiene de baldíos y espacios públicos. Ordenanza 022/96, promueve acciones para preservar la calidad del aire, el agua  y el suelo. Ordenanza 426/12, regula la tenencia  responsable de canes.