Aniversario de Bariloche: para Aristegui, es “un desafío tremendo”

El presidente de la Cooperativa de Electricidad Bariloche aseguró que trabajan junto a otras cooperativas para golpear las puertas de Nación y conseguir un paliativo.

Cuando Carlos Aristegui asumió el compromiso de encabezar la conducción de una nueva gestión al frente de la Cooperativa de Electricidad Bariloche (CEB) nunca pensó que las cosas se iban a poner tan difíciles en tan poco tiempo.

Hoy tiene que dirigir el Consejo de Administración de la CEB, que es una entidad emblemática de la ciudad, como piloto de tormenta en medio de una pandemia por el coronavirus.

Por eso, Aristegui asegura que este nuevo aniversario de Bariloche “nos encuentra con un desafío tremendo”. “Estamos ante un desafío que sobrepasa al del volcán”, afirma, en referencia a la emergencia económica y social que provocó en la región la erupción del complejo volcánico Cordón Caulle-Puyehue en junio de 2011. “Ahora estamos ante una crisis y emergencia que es nacional y mundial”, insiste.

De todos modos, Aristegui sostiene que se siente “muy fortalecido porque estoy acompañado por los trabajadores y la dirigencia que saben lo que es tener la camiseta puesta y tienen convicción”.

Dice que hasta el momento ninguna medidas de las anunciadas por el gobierno nacional incluye a las cooperativas como la CEB. Aun así, explica que siguen gestionando para tratar de que en Nación los tomen en cuenta.
Recuerda que la CEB tiene alrededor de 350 empleados y sumados los tercerizados son casi 500.

“Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para enfrentar esta situación delicada”, enfatiza y agradece el acompañamiento de los miembros del Consejo de Administración.

La Lista Blanca, que integra Aristegui, domina desde finales del año pasado el Consejo de Administración porque ganó la elección última y desplazó del poder a los rojos que controlaron durante 16 años la CEB.

Aristegui es la cabeza visible de ese sector que reúne a dirigentes de un amplio abanico de sectores políticos, gremiales y sociales. Destaca que la nueva gestión comenzó a trabajar a partir del 11 de febrero “y un mes después ya teníamos la pandemia”.

El presidente de la entidad dijo que están trabajando junto a otras cooperativas para golpear las puertas de Nación y conseguir un paliativo. Valoró que en ese trabajo están apoyados por dirigentes del Inaes (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social).

Menciona que uno de los decretos de necesidad y urgencia que el presidente Alberto Fernández firmó durante esta emergencia “habla que para tener un reconocimiento tiene que haber caído la facturación”.

“Y la realidad es que la facturación de la CEB no cayó, lo que cae es la recaudación”, aclara. Estima que en lo que va de la cuarentena obligatoria hubo una baja de entre el 40 y 43 por ciento de la recaudación.

Destaca que hubo un momento en marzo pasado, cuando el Presidente anunció algunas de las medidas para contener la crisis, que causaron un poco de desconcierto entre la población porque fueron mensajes contradictorios. “Hubo un momento en el que la gente creía que no tenía que pagar, pero con el correr de los días, los vecinos demostraron que quieren colaborar con la cooperativa y están pagando”, enfatiza.

Dice que la CEB necesita alrededor de 20 millones de pesos para prepararse para afrontar los meses de invierno, que se utilizan para comprar insumos y equipamiento necesario para responder a las contingencias del invierno barilochense.

Explica que con el municipio habían iniciado un trabajo conjunto para encarar el apeo y poda de árboles que causan numerosos trastornos, sobre todo, en invierno sobre las líneas del servicio que la CEB presta en Bariloche, Dina Huapi y Villa Mascardi. Pero ahora con esta emergencia, las prioridades de la municipalidad son otras.

Asegura que la prioridad para la conducción de la CEB hoy es el tema de los sueldos del personal, garantizar las guardias mínimas y la salubridad.

Respecto a la deuda que arrastra la entidad, el presidente explica que se está trabajando “en la depuración” de ese pasivo. Comenta que uno de las principales deudas es con Cammesa. “La última facturación fue de 75 millones de pesos”, asevera. “Pero hay tributos nacionales que sobrepasan ese monto, como el pago del 21 por ciento de IVA”, manifiesta.

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