Antonio Torrejón, un apasionado del turismo


Por Andrea Isabel Marin y Julio Isidro Pérez (*)

Con la desaparición de Antonio Torrejón, nos deja una persona que con humildad a lo largo de su vida siempre estuvo dispuesto para estar presente y colaborar donde se lo requiriera para lograr el desarrollo turístico.

Logró trascendencia internacional por su desempeño en una actividad que inició desde muy joven, cuando correteaba por las veredas de su ciudad natal –Puerto Madryn- en los alrededores de la librería de sus progenitores.

Trascendió en la apasionante actividad del turismo.

Llegó a distintos lugares dejando su experiencia y opinión, siendo permanentemente consultado desde la actividad privada como la oficial.

Siendo joven con sus amigos llegaba a las costas de su ciudad, donde muchos de ellos daban sus primeros pasos en el buceo, lo que con posterioridad serviría como uno de los motivos principales para difundir turísticamente Puerto Madryn, a la que le fueron agregando otros atractivos, como el avistamiento de ballenas, lobería, isla de los pájaros, elefantes marinos y las diversas posibilidades que ofrecía esa zona de la Provincia del Chubut.

Logró contactarse con la Sociedad Zoológica de Nueva York, que a partir de 1970 financió las investigaciones y estudios sobre las “ballenas francas”.

Fundaciones conservacionistas de los Estados Unidos, lo reconocieron por el modelo de áreas protegidas en Chubut.

No se detuvo solo en eso, sino que en sus primeras funciones en un organismo oficial de turismo, se hizo cargo de la Dirección de esa actividad en la Provincia del Chubut, a la que llevó a un primer plano en la consideración nacional e internacional, ya que fue avanzando en poner en valor otras posibilidades, como la pingüinería de Punta Tombo y el centro de ski La Hoya, en proximidades de Esquel.

Su permanente pasión por la actividad le permitió fundar el Ente Oficial Patagonia Turística, en la que logró reunir a todas las provincias del sur del país, para lograr diversas acciones coordinadas, a favor de la actividad del turismo.

En las provincias argentinas dejó su impronta sobre qué hacer y de qué forma para difundir lo que cada uno de esos estados pueden ofrecer a los visitantes.

En innumerables conversaciones con Torrejón, entre diversas manifestaciones podemos resaltar: “No se descubre nada nuevo al afirmar que el turismo, como realidad socioeconómica de nuestro tiempo, se encuentra aun en una fase inicial de consolidación, en la que los cambios en sus modos de producción y consumo son todavía mucho más importantes. Además, todo este proceso se está produciendo en un mundo en continua globalización, con una demanda en crecimiento y fuerte aumento de la competencia”.

También nos resaltó que “los profesionales del turismo –SKAL u de niveles académicos- tenemos como objetivo propio el impulso del conocimiento científico de la realidad turística y su difusión entre los conjuntos de interesados, por lo que la creación de publicaciones de análisis turísticos es una respuesta a tal inquietud y una obligación moral a nuestra propia existencia”.

En nuestros encuentros con Torrejón nos hizo referencia a un tema fundamental que en ocasiones los funcionarios no le otorgan la importancia que tiene, bajo el resguardo de que no se cuenta con los fondos necesarios: el de la capacitación algo indispensable para el logro del turismo en el mundo.

Al respecto nos dijo que “en un país considerado potencial y posible para el éxito turístico y en el que tal actividad contribuye de un modo importante y eficaz a alcanzar nuestros objetivos económicos y sociales, es inaplazable mejorar sustancialmente nuestro grado de conocimiento turístico de manera que formación, investigación e innovación, constituyen un solo sistema capaz de asegurar en el tiempo nuestro liderazgo en esta materia y poder continuar como pieza clave del bienestar de nuestra sociedad, así como el de todas aquellas comunidades que encuentran en el turismo la mejor opción, cuando no la única, para salir del subdesarrollo emergente”.

Entre otros conceptos de sus respetadas opiniones, destacamos lo siguiente: “El turismo en la Argentina surgió sobre la base de un dinamismo empresarial, no siempre comprendido por la sociedad o los poderes públicos de turno, y sin el justo reconocimiento de lo que en términos de generación de riqueza, bienestar y empleo, genera para nuestra economía”.

Como otra respetada expresión suya que adquiere una permanente realidad es que “resulta importante no perder la perspectiva de lo que el turismo ha representado para Argentina en términos sociales, políticos y en lo que se refiere estrictamente a una inteligente geopolítica”.

En el año 1957 integró el grupo pionero de la Comisión Regional de Turismo de Puerto Madryn y en 1964 fundó el Organismo Turístico de la Provincia de Chubut, el que dirigió en varios períodos.

Bajo su presidencia, el Ente Patagonia Turística alcanzó una respetada consideración, no solo de los gobiernos provinciales que la integran, como de las autoridades nacionales que vieron cómo una región amplia en extensión geográfica lograba la coordinación necesaria para difundir su riqueza en recursos turísticos.

En 1977 apoyó con todo su entusiasmo la realización del congreso mundial de SKAL –la entidad que nuclea a los profesionales del turismo en el mundo- que se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires.

Cuando Horacio Massaccesi gobernaba la Provincia de Río Negro, creó el Ministerio de Turismo, función que asumió Torrejón, donde se desempeño entre los años 1989-1996 otorgándole una fundamental consideración a esta actividad. Paulatinamente otras provincias fueron disponiendo el mismo rango al turismo.

La Organización Mundial del Turismo, en 2011, lo integró al Comité Internacional de Ética Turística, reconociendo su permanente aporte a la actividad.

Siempre colaboró con el Automóvil Club Argentino, en los aspectos turísticos de esa institución.

El Ministerio de Turismo argentino hace unos años le otorgó su nombre a su salón de actos, en una ceremonia que compartimos con emoción junto a él.

Recibió las distinciones de doctorado honoris causa, otorgado por las universidades de Mar del Plata, Morón y Autónoma de Entre Ríos.

La Universidad Nacional del Comahue le otorgó la mención de honor, a través de la Facultad de Turismo, en 2014, por su gestión en la planificación turística de la Patagonia, para la conservación y educación del turismo.

En la Provincia de Río Negro, mediante aportes que él otorgo cuando dirigió el organismo oficial de turismo de Argentina, facilitó la construcción del Centro de Interpretación Faunística de la Lobería.

En su gestión fue el creador de la denominación “comarca” para Carmen de Patagones y Viedma, enfatizando que ambas ciudades patagónicas debían trabajar juntas por el turismo.

En más de medio siglo ha sido un protagonista en el turismo argentino, al que le brindó su vasta y respetada experiencia.

Ha sido reconocido por los distintos gobiernos nacionales, provinciales y municipales, de las distintas ideologías políticas, como la personalidad que dedicó su vida a esta actividad, el turismo, que se ha convertido en una parte sustancial de la moderna transformación e historia de la Argentina.

(*) Licenciada y experto en turismo


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