Crisis de credibilidad

Falta de expectativa y confianza. Esa es la sensación que hoy existe tras la corrida cambiaria de estas dos últimas semanas. El auxilio del FMI poco ayudará a torcer este contexto.

Primero porque, en medio de la crisis, el gobierno salió a decir que recurriría al organismo internacional sin haber tenido contactos previos. Queda así debilitado ante cualquier tipo de negociación. ¿Qué pasa si el FMI dice que no al crédito?

En segundo término, por que el problema del modelo no es quién está dispuesto a seguir colocando dólares en el país, sino los interminables fondos que se necesitan para cubrir los actuales desequilibrios. El gobierno ha pasado, en estos más de dos años al frente del poder, de prestamista en prestamista con el objetivo de sostener su déficit fiscal.

Tal vez el FMI llega, nuevamente al país, para afrontar las reformas que el presidente Macri no se atrevió a realizar hasta el momento.