Una jornada nacional de protesta se sintió fuerte en Buenos Aires

Hubo ollas populares en el Obelisco y frente a numerosos edificios públicos. Y el microcentro estuvo cortado hasta mediatarde. No hubo incidentes.

Quienes advertían que los habituales reclamos de diciembre se anticiparon este año tres meses –y fueron voces del gobierno las que lo admitieron– estaban en lo cierto. Ayer pudo comprobare que la protesta social por la crisis ingresó en una escalada que amenaza ser de difícil control.

El centro de Buenos Aires estuvo virtualmente vedado al tránsito ayer hasta la mediatarde por una conjunción de reclamos que incluyó desde organizaciones sociales y gremios estatales hasta agrupaciones estudiantiles y partidos de izquierda decididos a resistir en la calle el ajuste en el sector público nacional.

La protesta tuvo el decisivo aporte de los movimientos piqueteros nucleados en la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) , Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa, que se encuentran en alerta y movilización llevando adelante un plan de lucha bajo la consigna “Fuera el FMI, basta de hambre”.

La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) junto a la CTA Autónoma de Pablo Micheli, llamaron a una jornada nacional de protesta “en defensa del trabajo, la producción y la soberanía nacional”. Se movilizaron desde temprano en la zona del obelisco. Desde ATE enumeraron sectores de la producción muy afectados por el ajuste: las minas de Río Turbio, los puertos, el astillero Río Santiago, las centrales nucleares de Atucha y Córdoba, Fabricaciones Militares, la actividad en el área de Agroindustria, el INTI y el INTA, entre otros. En la calle hubo representaciones de todos esos organismos, con cortes frente a las sedes oficiales y movilizaciones al Obelisco.

En cada punto donde hubo una manifestación se instaló una olla popular con la consigna de que fueran mil en todo el país.

También se movilizaron estudiantes y docentes bonaerenses “en defensa e la educación pública” en el comienzo del paro de 48 horas del Frente de Unidad Docente, en plena discusión paritaria con el gobierno de María Eugenia Vidal.

El grueso de las organizaciones sociales y gremiales ingresaron desde temprano a la ciudad de Buenos Aires por el Puente Pueyrredón, que une Capital Federal con Avellaneda. Hubo un clima de tensión ante un importante despliegue de seguridad montado por el gobierno.

Se movilizaron la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie y la CCC, de buen diálogo con el gobierno.

“Que este drama no termine en tragedia”

Juan Grabois, de la CTEP, uno de los organizadores de la protesta de ayer, advirtió sobre el impacto del ajuste en los sectores más desprotegidos y señaló: “Que este drama no se convierta en tragedia”.

Grabois habló de un “agravamiento” de la situación social en las últimas semanas y dijo que se está frente a una emergencia alimentaria y en adicciones que puede terminar “en catástrofe”. “Hoy tenemos un pedido central: garantizar que en los comedores escolares y comunitarios haya leche, que en las salitas estén las vacunas y los anticonceptivos”. Dijo que este cuadro afecta al conurbano bonaerense, el norte y “a lugares de la Patagonia”.

Datos

Se movilizaron la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie y la CCC, de buen diálogo con el gobierno.

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