Menos paredes y abierta al patio: esta casa remodelada, entre las 50 mejores latinoamericanas

Remover las divisiones de su estructura interior, montar de medianera a medianera un galpón de estructura de acero para ampliar la superficie construible e integrarla al jardín, las claves de este proyecto en Santiago de Chile distinguido por el portal especializado ArchDaily.

La casa se abre al patio trasero.

Un arquitecto, una paisajista, dos niños pequeños. Esa era la familia que en el 2021, después de la pandemia, buscaba nuevos aires para vivir en Santiago de Chile. Habitaban un departamento en la capital trasandina y querían mudarse a una casa, tener más espacio, más comodidades, un jardín. Apuntaban a reciclar una antigua casa y darle una onda playera como las construcciones de la costa del Pacífico que tanto les gustaban.


Encontraron la oportunidad en la comuna de Vitacura, al norte de Santiago. Se trataba de una casa de los 70 que se parecía mucho a lo que querían sobre la calle Thor Heyerdahl, de allí el nombre que elegirían para el proyecto: Casa Thor.

Montado de medianera a medianera, un galpón de estructura de acero amplió la superficie construible de 70 a 130 metros cuadrados.


La obra es quedó tan bien que fue elegida en el 2024 como una de los 50 mejores de América Latina por la influyente plataforma ArchDaily, en una selección en la que además del diseño fueron valorados el impacto positivo en el entorno, el uso innovador de materiales y técnicas y la capacidad para responder a las necesidades actuales.

Estar, comedor y cocina, integrados.


El arquitecto Diego Grass describe que el punto de partida del proyecto para la recuperación parcial de una casa preexistente de 70 metros cuadrados, fue remover todas las particiones interiores de su estructura para lograr un espacio común al integrar cocina, comedor y sala de estar con el objetivo de transformar la masa construida existente en un volumen de aire para la nueva casa.

Un gran óculo rectangular deja entrar la luz natural.


“Sobre ella montamos, de medianera a medianera, un galpón de estructura de acero que contiene el máximo volumen construible según la normativa vigente, con una ocupación de suelo de 130 metros cuadrados construidos y una altura máxima interior de seis metros”, señala la memoria descriptiva del estudio Grass + Batz, que comparte con su colega Thomas Batzenschlager.


“Entre casa existente y galpón, techamos dos volúmenes interiores de menor altura (uno para el matrimonio, otro para los hijos) que contienen dormitorios, baños y bodegas, los que requieren mayor intimidad. El resto, un espacio común que se percibe más amplio que su superficie de 70 metros cuadrados gracias a la doble altura interior”, continúan.

Antejardín en el frente.


En el estrato inferior, el espacio común se abre hacia el patio trasero. Este ha sido plantado -al igual que el antejardín- con especies vegetales de bajo consumo hídrico.

Hacia la calle, una fachada completamente hermética, genera seguridad y a la vez permiten la máxima transparencia y exposición de un antejardín ofrecido para la vista de cualquiera desde la calle.


Un gran óculo rectangular vigila la calle y -a su vez- llena de luz indirecta el espacio común interior. El contraste entre vano y paño ciego se acentúa por la terminación oscura de tablas de madera carbonizada con el tradicional método japonés Yakisugi Shikkoku.


La casa se abre al patio trasero.

Un arquitecto, una paisajista, dos niños pequeños. Esa era la familia que en el 2021, después de la pandemia, buscaba nuevos aires para vivir en Santiago de Chile. Habitaban un departamento en la capital trasandina y querían mudarse a una casa, tener más espacio, más comodidades, un jardín. Apuntaban a reciclar una antigua casa y darle una onda playera como las construcciones de la costa del Pacífico que tanto les gustaban.

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