Así se vive el reencuentro de pescadores en el río Correntoso

No se ven durante todo el año, pero cuando comienza la temporada de pesca son compañeros en ese río, a tres kilómetros de Villa La Angostura. Así vivieron sus primeros piques. Mirá el video.

Todavía faltaban dos horas para que amaneciera. Sin embargo, a las 4.30 llegó Ricardo dispuesto a ganarle a sus compañeros de pesca el primer turno de la temporada para ingresar al río Correntoso. La noche anterior, en el asado de bienvenida, cuando preguntó a qué hora irían, un grupo le respondió que llegarían alrededor de las 4.45. Unos 15 minutos antes, Ricardo los aguardaba divertido. “En los últimos cinco años, fui el primero en llegar”, mencionó riéndose.

Pese a la broma, el hombre terminó cediendo su turno a un compañero que, el año pasado, no había podido viajar por la pandemia. “Tenía más ganas de pescar que yo”, aseguró.

La temporada de pesca post pandemia ya tenía un buen comienzo.

El día anterior al lanzamiento, comenzaron a llegar pescadores de distintos rincones del país para asistir al bautismo de la temporada en el río “más corto del mundo” de 250 metros, que une el lago del mismo nombre y el Nahuel Huapi.

Viajaban desde Buenos Aires, Mar del Plata, Córdoba, Rosario e incluso, había un grupo grande de Mendoza. Se saludaban como si se conocieran de toda la vida. Años atrás, se vincularon en ese mismo río con una caña de pescar en mano y cada inicio de temporada se volvió un folclore que nadie quiere perderse. Durante el año, no vuelven a verse.

Muchos se piden las vacaciones para noviembre y hay quienes, pese a vivir en otras provincias, construyeron cabañas en La Angostura para viajar, sin ataduras, a cada temporada de pesca. Otros, directamente dejaron sus lugares de residencia para instalarse en La Angostura.

Marcelo Ihistarry no falta nunca a la cita de pesca en este río. Foto: Marcelo Martinez

Es el caso de Ricardo Szelagowski que conoció este río en 1997. En ese instante, supo dónde querría vivir cuando se jubilara como juez en La Plata. El sueño se hizo realidad tiempo atrás.

De chico, Szelagowski concurría a una escuela a muy pocos metros de la República de los Niños, un parque temático de La Plata que tenía un pequeño lago. Más de una vez, no asistió a la escuela para ir a pescar. “Íbamos con el guardapolvo y algún que otro cigarrillo que sacábamos de por ahí. Una vez la directora me dijo: ‘Ricardo, ¿qué tengo que hacer con vos?´. ‘Haga lo que quiera, le respondí, pero por favor no le diga a mi mamá’”, contó jocoso.

“¿Qué siento al pescar? Es indescriptible. Una emoción fuerte. Pescar no es solo esto. Hace 15 días que estamos preparando los equipos, imaginando una pesca perfecta para el primer día. Cuando llegás acá es casi la culminación del proceso y si pica, ¡alta felicidad! Cuando la devolvés al río, mejor todavía”, sintetizó.

Si bien la cita obligada es al inicio de la temporada, nadie quiere perderse el cierre. Muchos años atrás, recuerdan, los pescadores experimentados se reunían del otro lado del río, a metros del hotel Correntoso. Pero era un grupo selecto, aclaran, que no socializaba información con los novatos. “Nos miraban de arriba abajo. Nosotros comenzamos a juntarnos de este lado otro lado del río, con otro espíritu de pesca y después, se nos fueron sumando de a poco”, recordaron.

Desde hace 18 años, Abel Álvarez desembarca en la región desde Ramos Mejía para esta época. Sus compañeros de pesca lo definen como “el RRPP” (relacionista público) del grupo. Le hace honor a la calificación. Bromea con sus colegas, recibe a los pescadores que se acercan por primera vez y les explica, con una paciencia oriental, la mecánica de pesca en el Correntoso, los códigos y las rotaciones cada 15 minutos para que el tiempo de pesca sea equitativo en un sector tan pequeño.

A la indumentaria cada pescador le aporta un toque personal. Foto: Marcelo Martinez

Como tantos, define al río Correntoso como “el mejor río del mundo”. “Lo que se pesca acá, no se puede creer por la calidad de las truchas. Y todo se devuelve con el menor daño posible. La pesca con mosca es más sutil. Jamás maté una trucha”, resume este bonaerense mientras aguarda su turno para ingresar al río considerado “más corto del mundo” (de 250 metros) que une el lago del mismo nombre y el lago Nahuel Huapi.

En este río, la pesca es con devolución y se emplea anzuelo sin rebaba para generar “el menor daño posible”.

En las primeras horas de la apertura de la temporada, Abel tuvo la suerte de capturar dos ejemplares. “Es el mejor momento. A veces, hay foto y muchas otras no. Ni las saco del agua”, recalcó.
A unos pocos metros, un compañero de Abel escucha lo que dice, se acerca y acota: “La foto es un detalle. Lo que realmente importa son esos 8 segundos de adrenalina y tratar de cuidar al pez para que siga viviendo”.

Esta temporada el pique no fue del todo bueno, a diferencia del año pasado. Pero los pescadores lo minimizan. Aseguran que solo importa el momento y el reencuentro con amigos.

La sequía y la poca nieve son responsables de que el río no tenga tanto caudal y las truchas parecen estar “más cautelosas”, aunque Abel lo minimiza. “Puede llover en cualquier momento e incrementar la actividad de la pesca. El río cambia todos los días. Hay que saber leerlo”, esbozó.

“El Correntoso es mundialmente conocido por la calidad de las truchas. Son muy combativas y le dan pelea al pescador”,

Matías Caracciolo pescador marplatense

Qué disfruta estando en el agua? “Estás absorto en la pesca, pendiente del río. No se piensa en nada más. No hay problemas económicos, no te importa si subió o no el dólar. El pique es el premio. Es una maravilla sentir que estás en contacto con un pez salvaje”, describió este bonaerense.

Los turnos para ingresar al agua, como siempre, se asignaron de acuerdo al orden de llegada. Foto: Marcelo Martinez

Viajan más de 1000 km

¡Ahí picó una!”, se escucha de repente. La charla entre los pescadores que aguardan su turno para ingresar al río Correntoso se interrumpe. “Mirá qué linda es”, agrega alguien. Segundos después, todo continúa como si nada. Pero alguien acota algo que genera risas: “Cuando hay pique, todos se muestran contentos, pero es pura envidia”. La complicidad, el compañerismo y la diversión prima entre los pescadores.

El marplatense Matías Caracciolo conoció la pesca en el Correntoso por primera vez en 1996. Durante 10 años, no visitó la Patagonia y desde hace 12 años, viaja ininterrumpidamente para el inicio de cada temporada. “Pesco desde que tenía 10. Empecé con mi viejo y tiempo después, arranqué con mosca”, relató.

La pesca es con devolución y con anzuelo sin rebaba. Foto: Marcelo Martinez

¿Cómo llegó al río Correntoso? “Es mundialmente conocido por la calidad de las truchas. Son muy combativas y le dan pelea al pescador. Es como que tienen una genética diferente. Quizás porque es un río oxigenado. Es un lugar sumamente accesible y concurrido, pero las truchas, por alguna razón, no se van”, respondió.

Al consultarle desde cuándo pesca, Fabián Riquelme no puede disociar la pesca de su esposa. Dijo que el río Correntoso es su lugar en el mundo porque ahí la conoció en un campamento. Y comenzó a pescar desde que se casó a los 20 años porque su cuñado le traspasó el vicio. “Sos vos, el río y nada más. Acá se te acaban todos los problemas”, expresó mientras acomodaba su caña ya que el próximo turno de ingreso al río era el suyo.

Este cipoleño que ahora reside en Villa La Angostura, se considera un estudioso de la pesca con mosca. “El río no es el mismo todos los días. Va cambiando. Hay que estudiar mucho pero también leerlo”, explicó.

Walter Viel es instructor de pesca en Mendoza, donde integra la Asociación de Pesca con Mosca. No se pierde un inicio de la temporada en el río Correntoso. Orgulloso muestra a sus compañeros todas las moscas que ha fabricado en el último tiempo en una organizada caja de plástico. No tiene problema en darle algún que otro tip “a los pescadores nuevos” que van apareciendo en la zona.

“Lo que se pesca acá, no se puede creer por la calidad de las truchas… Y todo se devuelve con el menor daño posible”,

Abel Álvarez pescador de Ramos Mejía

“¿Cómo fue?”, le pregunta este mendocino a un compañero que acaba de terminar su turno en el río. “Nada, nada”, le responde frustrado. “Vamos que ya llega, ya llega”, lo estimula Walter.

“La pesca acá es social. Por eso, cuando me preguntan por qué me gusta la boca del Correntoso, digo que me gusta el ambiente y tengo muchos amigos. Hemos pescado con nieve y temperaturas bajo cero. Es una tradición que nadie quiere perderse”, aclaró.

Marcelo Ihistarry recuerda que, con apenas 6 años, un día lo llevaron a la escollera de Mar del Plata. No sabe cuánto tiempo estuvo. Quizás fueron dos o tres horas hasta que “picó” una corvina de 3 kilos. Era tan grande para él que no la podía sacar. “Fue ahí que la pesca me detonó la cabeza”, reconoció.

Fabián Riquelme conoció a su esposa en el Correntoso. Foto: Marcelo Martinez

“Me generó una pasión inmensa y seguí -continuó-. Mi papá me compró una caja y se me volvió un vicio”. A los 18 años, empezó a pescar con mosca en Mendoza y poco después, en La Angostura. “Supe de la fama de este lugar y me vine. Hoy, con 57 años, sigo viniendo. Fui aprendiendo de a poco, observando mucho para aprender la técnica. Son horas y horas”, destacó. En esta oportunidad, viajó desde Mendoza acompañado por su hijo y su sobrino.

Reconoció que, solo llegar al lugar y escuchar el sonido del río, “lo pone loco”. “Vine incluso cuando explotó el volcán Cordón Caulle. No se veía el lago. Todo era ceniza y me acuerdo que venía piedra pómez por el río. No había nadie y fue uno de los mejores años de pesca. He pescado en este río con el agua hasta las rodillas y con el agua hasta los tobillos”, indicó.

Recordó que hubo inicios de la temporada de pesca con 150 capturas y este año, apenas alcanzamos 7 durante la primera jornada. “Un desastre, pero acá no hay lógica. Nadie sabe. Hoy quizás no podemos y unos días después hay pique. Este lugar te da sorpresas: un día bueno de pesca capturás ocho y hoy entré tres veces y no tuve un solo pique”, dijo.


Adherido a los criterios de
Journalism Trust Initiative
<span>Adherido a los criterios de <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Nuestras directrices editoriales

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios