El argentino que desafió al Dakar con una moto eléctrica de última generación

A sus 19 años, el joven argentino completó su primera edición del Dakar sobre una moto eléctrica Segway. Compartió su experiencia, desafíos y aprendizajes en la carrera más dura del mundo.

Apenas con 19 años, Benjamín Pascual se convirtió en uno de los pilotos más jóvenes en participar del Dakar, y lo hizo a bordo de una moto eléctrica del equipo Segway. “Fue una experiencia increíble, nunca pensé a mi edad poder estar presente en el Dakar. Todo era nuevo: la moto, la modalidad de carrera, muchas cosas las aprendí en los entrenamientos previos y otras directamente en la competencia”, relató el joven piloto argentino.

Participar en la categoría Mission 1000, enfocada en nuevas tecnologías de movilidad, también le dejó sensaciones únicas: “Es algo muy bueno, ya que el proyecto apunta al futuro y a lo que será la movilidad y quizás la competencia en un futuro”, explicó Pascual.


Diferencias entre motos eléctricas y tradicionales


Manejar la Segway eléctrica presentó varios desafíos. “El peso es lo principal: la batería hace que la moto pese 250 kilos, lo que complica el manejo en arena o piedras. Además, la autonomía es un tema en el que el equipo está trabajando mucho para mejorar en el futuro”, indicó. Aun así, Benjamín destacó la fiabilidad de la moto: “En las etapas más largas tuvimos que regular un poco para no agotar la batería, pero la moto llegó a cada meta sin inconvenientes”.

Benjamín Pascual junto al equipo Segway, durante el último Dakar.

La preparación técnica tampoco fue sencilla. Las motos llegaron desarmadas desde China y debieron ser montadas antes de la carrera. Además, las baterías originales fallaron, por lo que se recurrió a repuestos: “Por suerte funcionaron y durante los 12 días de carrera nada falló”, comentó. La comunicación con ingenieros y mecánicos chinos fue otro reto: “Usamos traductor de celular, lo que limita expresarse correctamente, pero pudimos entendernos casi todo el tiempo”.


La influencia de su padre


El Dakar también fue una experiencia familiar: su padre, Pablo Pascual, compitió en nueve ediciones. “Sus consejos sobre navegación fueron los que más me ayudaron. Tenerlo como director deportivo es increíble, no solo para mí, sino para todo el equipo”, señaló Benjamín. Respecto a la evolución tecnológica, añadió: “Cuando él corría esta categoría no existía. Se nota la diferencia de avances tecnológicos y es algo muy bueno”.


Aprendizajes y próximos pasos


El joven piloto aseguró que todo lo vivido le servirá en su carrera futura: “Aprendí muchas cosas que voy a aplicar más adelante. Me encantaría probar también motos convencionales en próximas ediciones, pero de momento estaré con Segway un año más”. Su objetivo final es claro: “Quiero demostrar lo que puedo hacer y, como todo piloto, sueño con ganar algún día un rally Dakar”.


La afición de Benjamín por las motos nació gracias a su padre: “Con tres años ya nos había subido a una moto. Es algo que llevo en la sangre”. Además, disfruta de armar circuitos de motocross en su campo, actividad que combina entrenamiento y diversión. Fuera de las motos, practica ciclismo, running y otros deportes.


“Es un orgullo enorme representar la bandera argentina y siempre intento dejarla en lo más alto. Y si tuviera que resumir mi primer Dakar en una palabra, lo defino así: “INCREÍBLE”.

Benjamín Pascual

Apenas con 19 años, Benjamín Pascual se convirtió en uno de los pilotos más jóvenes en participar del Dakar, y lo hizo a bordo de una moto eléctrica del equipo Segway. “Fue una experiencia increíble, nunca pensé a mi edad poder estar presente en el Dakar. Todo era nuevo: la moto, la modalidad de carrera, muchas cosas las aprendí en los entrenamientos previos y otras directamente en la competencia”, relató el joven piloto argentino.

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