El poder chino que impulsa la revolución eléctrica
Tecnología, sustentabilidad y velocidad extrema marcan el pulso de la nueva era delos vehículos en el planeta.
El auge de los vehículos eléctricos en el mundo no se explica sin mirar hacia China. Desde allí, un gigante tecnológico viene redefiniendo la industria automotriz con un modelo integral que abarca desde la producción de baterías hasta la fabricación de autos, buses y soluciones de energía limpia. El objetivo de BYD es tan ambicioso como claro: reducir la temperatura global en un grado y acelerar la transición hacia un futuro sin emisiones.
Los eléctricos pisan más fuerte en Argentina
Con presencia creciente en América Latina y un plan de expansión industrial que incluye una planta regional en Brasil, la empresa llegó a la Argentina para consolidar su liderazgo en electromovilidad. Su propuesta combina innovación, sustentabilidad y eficiencia energética. Además, su músculo tecnológico no se limita a la producción masiva de vehículos eléctricos: también ostenta el récord del auto más rápido del mundo, el Yangwang U9 Xtreme, un deportivo eléctrico de 3.000 caballos que ya llegó a la Argentina para una serie de pruebas, y puede superar los 490 km/h, prueba de que la velocidad y la energía limpia pueden convivir.

Baterías seguras, eficientes y duraderas
El desarrollo de baterías de litio-ferrofosfato (LFP) fue uno de los pilares sobre los que se construyó su supremacía tecnológica. En palabras de Bernardo Fernández Paz, vocero de la compañía, “desarrollamos toda la cadena de valor: desde la producción de baterías de litio y la aplicación de tecnología de punta en eficiencia energética, hasta soluciones completas de movilidad sostenible. Esto nos permite ofrecer vehículos con mayor autonomía y seguridad”.
La batería de ferrofosfato, explicó, “se destaca por su mayor capacidad de carga, gran durabilidad y su carácter ignífugo, lo que contribuye a prevenir posibles incidentes”.
Pero el gran salto llegó con la batería Blade, una innovación que redefinió los estándares de seguridad y durabilidad en los autos eléctricos. “Este sistema incorpora varios mecanismos de protección y ha superado con éxito todas las pruebas internacionales de fuego y colisión. Su diseño, compuesto por distintas hojas separadas y aisladas en lugar de un único bloque, evita que un posible fallo afecte al conjunto completo, garantizando así un funcionamiento más seguro y confiable”.

En diálogo con diario Río Negro, Fernández Paz destaca que el propósito de la compañía va más allá de fabricar autos eléctricos: se trata de una filosofía de movilidad limpia y sustentable. “Llegamos a la Argentina para impulsar la movilidad limpia y eficiente, ofreciendo tecnología de vanguardia con foco ambiental. Apostamos a una industrialización sustentable que genere empleo local y acompañe los objetivos de descarbonización y transición energética del país”.
Con un plan a mediano plazo que incluye la presentación de vehículos 4×4 o de tracción integral y la expansión del lineup regional, el gigante asiático se consolida como protagonista de una nueva etapa para la industria automotriz. “Con el objetivo de ser número uno a nivel mundial, no podíamos dejar de estar en el mercado argentino, ya que es uno de los principales de la región”, señaló el directivo.
De la Patagonia al mundo: energía y futuro
El interés de la empresa no se limita a los grandes centros urbanos o mineros del norte. Su mirada estratégica incluye a la Patagonia y su potencial energético. “Analizamos de forma permanente las oportunidades de desarrollo en Sudamérica, en línea con nuestra estrategia regional y el crecimiento del ecosistema de movilidad eléctrica”, afirmó Fernández Paz.
Consultado sobre la relación entre los desarrollos tradicionales de hidrocarburos y las nuevas energías, consideró que “la coexistencia entre las fuentes tradicionales y las energías renovables es parte de la transición energética global. Impulsamos soluciones limpias y eficientes que pueden complementarse con el desarrollo energético existente, contribuyendo a una matriz más diversificada y sostenible”.
Y fue más allá: “BYD es la empresa número uno en electromovilidad y tiene como objetivo global bajar la temperatura mundial un grado. Dentro de eso, la electromovilidad es clave para reducir las emisiones de dióxido de carbono del transporte público y privado y así concentrar la generación de energía en fuentes a mayor escala, reduciendo las emisiones contaminantes en el planeta”.
En cuanto a las baterías de sodio-ion, Fernández Paz explicó que “desarrollamos tecnologías de baterías de sodio-ion como complemento al litio. Cada una ofrece ventajas según su aplicación: el litio destaca por su mayor densidad energética, mientras que el sodio representa una opción más accesible y sostenible para determinados usos”.
Respecto a las condiciones necesarias para que la Argentina se integre a la cadena global de valor, subrayó que “los factores clave son un marco regulatorio previsible, una infraestructura industrial sólida y el fortalecimiento del desarrollo tecnológico local”.
En materia de sostenibilidad, la compañía promueve una “cadena de valor transparente y responsable. Nuestros estándares globales priorizan la sostenibilidad ambiental, el uso eficiente de los recursos y el respeto por las comunidades locales en cada etapa del proceso”.
Finalmente, sobre una posible instalación de una planta en el país, Fernández Paz no lo descarta: “Contamos con operaciones industriales en Brasil y desarrollamos una estrategia de expansión regional. En ese marco, la posibilidad de futuras inversiones en Argentina se evaluará conforme avance el mercado y las condiciones locales. Como empresa global, siempre estamos analizando las posibilidades de inversiones a nivel regional y local”.
Con una visión regional para América del Sur y operaciones en expansión, la empresa reconoce el potencial energético y logístico de la Argentina dentro del mapa de la movilidad eléctrica mundial. Y lo deja claro: el futuro de la electromovilidad ya no se imagina en los laboratorios del norte, sino que también se diseña desde el sur.
El auge de los vehículos eléctricos en el mundo no se explica sin mirar hacia China. Desde allí, un gigante tecnológico viene redefiniendo la industria automotriz con un modelo integral que abarca desde la producción de baterías hasta la fabricación de autos, buses y soluciones de energía limpia. El objetivo de BYD es tan ambicioso como claro: reducir la temperatura global en un grado y acelerar la transición hacia un futuro sin emisiones.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios