“Barcelona parece tomada por los policías, pero igual iremos a votar”

Cada vez que caminó por el centro de Barcelona rumbo a la oficina en los últimos días, Flora Royo Salmerón fue testigo y protagonista de la misma escena: catalanes diseminados por aquí y allá que debaten sobre el futuro. Con el referéndum convocado para hoy para decidir si Cataluña se independiza o no de España, todo está en ebullición: “Es un ir con piel de gallina porque la gente manifiesta pacíficamente lo que quiere. Está muy ilusionada, con muchas ganas. Queremos votar y aceptaremos lo que salga: el sí o el no. Ejercer el derecho al voto es nuestra finalidad. Los de izquierdas, de centro o de derechas estamos compinchados y unidos, vamos todos en la misma dirección: votar”.

De 62 años, madre de Anna y con una nieta en camino, Flora fue durante 15 años voluntaria de los Amigos de la Unesco y hoy trabaja como secretaria de Administración en una empresa privada. Ante el temor de que pudiera haber incidentes, como cientos de miles de catalanes ha recibido por Whatsapp mensajes de los independentistas que piden prudencia, evitar acciones agresivas, ir sin pancartas ni banderas y vestidos de blanco. “Si se realizará el referéndum aun no lo sabemos, pero tenemos la esperanza de que se hará. Iremos a votar en son de paz y si es necesario estaremos todo el día en las escuelas electorales que nos tocan”, explica Flora. Es una independentista convertida. “Antes era del no, porque creo más en un estado federalista, pero al ver lo que pasó, lo que está pasando, decidí ir por el sí. El poder central nos afecta en lo económico, en la falta de respeto de nuestra cultura, lengua y sentimientos, en este referéndum que tratan de impedir. Hemos dicho basta”.

P- ¿Y qué pasa si gana el no?

R- Pues no se sabe, pero peor de lo que estamos no podemos estarlo. Lo que queremos es que ya no nos manipulen ni nos exploten ni nos hagan más daño. Y si es no, tendremos que aceptarlo. Madrid nos pondrá el zapato más encima y sufriremos bastante, pero estoy convencida de que va a salir el sí, hay muchos convertidos como yo. Cuanto más cosas hace Madrid, más gente se convierte. ¿Sabes quién es un gran independentista sin quererlo? Rajoy. Cada vez convence a más gente de decir sí”. Está asombrada por la cantidad de policías que llegaron: “Parece una ciudad tomada, pero como he dicho, iremos a votar en paz”.

Entre los fantasmas que se han agitado, uno es que el Barcelona se quedaría sin jugar la liga española. A Flora no le preocupa. “Pues si eso pasa jugaremos la de Andorra o ya encontraremos con quien pueda competir nuestro Messi. Bueno, también es un poco de vosotros”, bromea y se despide con una de las pocas frases que el propio Leo ha pronunciado alguna vez en catalán: ¡‘Visca catalunya!’”

“Nos han pedido que vayamos sin pancartas ni banderas, sin actitudes agresivas y vestidos de blanco. Es lo que haremos:
ir a votar en son de paz…”.

“Antes estaba por el no. Pero con lo que ha hecho Madrid he cambiado. Y como
yo, muchos. Por eso creo que ganará el sí…”.

Flora Royo Salmerón, 62 años, exvoluntaria de Amigos de la Unesco.

Razones de los

que apoyan el sí

Entre los principales argumentos de quienes buscan la independencia, el primero es que Cataluña tiene su propia lengua y cultura y se debe reconocer que se trata de un “país”. También que sus habitantes gozarían de una mayor prosperidad al ser independientes, ya que como es una de las regiones autónomas más ricas transfiere en exceso recursos al resto de España. También sostienen que el poder central discrimina a Cataluña en inversiones en políticas sociales e infraestructura.

“Me siento española”

Olga Serna llego a Roca hace dos años con su marido Claudio. La alejó de su Barcelona la falta de trabajo. Aquí montaron la carnicería “La Gallega”, mote coloquial de los argentinos hacia los españoles aunque sean de otras regiones, en su caso catalana. ¿Qué piensa Olga? “Estoy de acuerdo con votar, pero no con la independencia. Porque ante todo soy española. Y si lo eres, lo eres. Y no creo que Cataluña esté preparada para separarse. Le falta un ejército, policía, infraestructura. ¿Si es cierto que el poder central la perjudica? Sí, lo es. Por ejemplo los catalanes pagamos muchos más impuestos, dicen que es una zona más rica. Al País Vasco le pasa lo mismo. Y no es justo…”

Participación estimada