Barrancas apuesta a la pesca y al turismo

Con el río a unos pasos y lagunas a pocos kilómetros, y los atractivos naturales que comprenden desde los milenarias pinturas rupestres de Atraico a los cerros de la precordillera, Barrancas pone en el turismo una de las principales posibilidades de desarrollo.

“Tenemos infraestructura que nos permite apuntalar esta propuesta del turismo en la medida que la naturaleza ofrece en nuestro pueblo tanto el paisaje de la montaña como del valle”, dijo Juvenal Urrutia, intendente de este municipio que se levanta a la vera del río que le da nombre, en el límite neuquino con Mendoza.

Al frente del gobierno por cuarta vez, Urrutia (MPN) pertenece a una de las cuatro familias que vieron formarse al pueblo.

Con un presupuesto que si bien tiene garantizado el pago de los haberes de la planta municipal pero no permite proyectos de gran envergadura, la gestión se centra en brindar los servicios y en generar alternativas de crecimiento, comentó.

“Lo difícil es lograr el otro objetivo que es poner en marcha una economía que permita salir de la dependencia del Estado. Cuesta mucho porque la nuestra es una población que surge del criancero y tiene una cultura muy arraigada. Pero el desafío es despertar nuevas inquietudes en los jóvenes y apuntalar emprendimientos que, una vez en marcha, lo asuman los privados”, señaló Urrutia.

Una fábrica de bloques iniciada por el municipio es manejada por un grupo de vecinos. Ocupa una decena de personas, provee a la localidad y vende la producción a pueblos vecinos. “La apuesta fuerte es el turismo, con la pesca como atractivo principal”, dijo el jefe comunal.

La oferta consiste en unas cincuenta camas en hosterías y cabañas, comedores que también sirven al viajero que usa la ruta nacional 40 y excursiones organizadas desde el municipio.

El atractivo se centra en el río y en las lagunas Fea y Negra, cerca del límite con Chile a unos 120 kilómetros, con especies de calidad y cantidad. Otra es La Batra, muy cerca del pueblo, con pejerreyes merced a la siembra de alevinos.

Otro gran atractivo son las ruinas de Atraico, ubicadas a unos siete kilómetros del centro urbano. Hay pinturas que según los científicos de la UNC, de Cultura y Turismo datan de hace 10.000 años. “ Se cree que vivieron los primeros indígenas asentados en la provincia”, comentó Urrutia.

Encuentro anual

de escultores

Desde hace tres años la localidad realiza un encuentro de escultores. Han venido de todo el país y el año pasado figuró un japonés. “Estaba circunstancialmente en el país, lo invitaron colegas y vino. Por supuesto dejó su obra”, comentó Juvenal Urrutia. Las obras que se realizan los artistas son de gran tamaño y se colocan en plazas y espacios públicos.

La convocatoria se hace la última semana de febrero.

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