La Universidad del Comahue adquirió un robot sumergible que es único en el país

El equipo costó 380 mil dólares y estará a cargo de la Escuela Superior de Ciencias Marinas en San Antonio Oeste.

La Escuela Superior de Ciencias Marinas de la Universidad Nacional del Comahue recibió un robot sumergible con tecnología de punta y único en su tipo en el país para la exploración marina, que fue adquirido en Estados Unidos.

La compra del Vehículo de Operación Remota (ROV) Mission Specialist Defender se inició en 2023 en el marco del programa Equipar Ciencia, que hoy se encuentra paralizado y estaba destinado a fortalecer el sistema científico nacional mediante la incorporación de equipamiento de alta complejidad.

El robot puede sumergirse hasta 1.000 metros de profundidad. Está equipado con una cámara HD, un brazo manipulador, sondas oceanográficas y un sonar de ultra alta definición. Además, cuenta con sistemas de posicionamiento hidroacústico y de navegación automática que le permiten realizar operaciones de manera autónoma.

“Es un vehículo submarino operado remotamente, equivalente a un dron. El proceso de compra empezó hace dos años y por distintas cuestiones, nos llegó recién ahora”, contó Fausto Firstater, director de la Escuela Superior de Ciencias Marinas. Aclaró que el valor del equipo es de 320 millones de pesos, alrededor de 380 mil dólares: “Casi como comprar una Ferrari”.

Describió que el equipo “permitiría cubrir la Plataforma Continental Argentina. Podríamos tener un ojo ahí. Tiene un brazo robótico que se puede maniobrar desde la superficie y, un radar que le permite nadar en la oscuridad e identificar objetos. Permite ver en baja resolución”.

El investigador del Conicet y docente universitario agregó que el aparato “tiene una sonda oceanográfica que permite medir algunas características del agua como temperatura, salinidad, cantidad de oxígeno y microalgas. Es único en el país y de hecho, hay muy pocos en Sudamérica. Este tipo de aparatos es usado por la Marina de Estados Unidos”.

El equipo no está destinado a un proyecto específico. “Sirve para el desarrollo científico, pero también permite a la universidad brindar servicios al sector privado. Hay potenciales clientes que pueden pagar este servicio como la industria petrolera y gasífera, que podrían estar interesados en hacer relevamientos de fondo, exploración marina, controles de equipos debajo del agua, como tubos y cañerías. O brindar este servicio en agua dulce para hacer una inspección de las represas hiroeléctricas”, precisó Firstater.

El equipamiento fue recibido por la Escuela Superior de Ciencias Marinas, ubicada en San Antonio Oeste, donde se dictan se dicta la Licenciatura en Biología Marina y la Tecnicatura en Producción Pesquera y Maricultura.

«Además, pagamos un curso de adiestramiento para conocer el uso del equipo que es muy complejo. No es fácil de operar. Por eso, la empresa enviará instructores a San Antonio Oeste», dijo. El intendente de esa localidad, Adrián Casadei, puso a disposición las instalaciones de la pileta municipal para las pruebas de agua del equipo y el curso de entrenamiento para operadores.


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