Becchini propone historias de parejas en la tele

BUENOS AIRES (Télam).- El libretista Leonardo Bechini, director de Entretenimiento y Ficción de Canal 7, que próximamente presentará su unitario «De la cama al living», resaltó que la actual conducción de la emisora estatal «está modificando la pantalla sin desconocer la responsabilidad de manejar los dineros públicos».

«Tenemos decidido un rumbo y no lo vamos a cambiar porque aunque todavía tenemos mucho para mejorar, siento que estamos modificando la programación de Canal 7», opinó Becchini.

Bechini fue autor de «Tal para cual», «Poliladron, una historia de amor», «Verdad/Consecuencia», «Mamá por dos» y «Primicias» y colaboró en los guiones de ciclos como «Vínculos», «Nosotros y los otros», «Regalo del cielo» y «Sólo para parejas». Ahora, está a punto de recuperar aire a partir del unitario «De la cama al living» al que definió como «un programa con una mirada sobre las relaciones entre hombres y mujeres utilizando a manera de ring el dormitorio, porque lo que ocurre en ese lugar es lo más importante en la vida de una pareja».

Osvaldo Laport, Catherine Fulop, Martín Seefeld, Arnaldo André, Mónica Ayos, Victoria Onetto, Adriana Salonia, Miguel Habud y Rodolfo Ranni, son algunas de las figuras que ya grabaron y que desfilarán por el programa que en cada emisión abordará dos historias de media hora cada una.

El escritor sostuvo que «De la cama…» no abarcará sólo historias de seres de clase media, sino que tratará sobre parejas provenientes de diferentes clases sociales. «Son historias urbanas, historias de padres e hijos, de matrimonios, de gente que se conoce por primera vez y de parejas que transitan el comienzo del fin de su relación», repasó.

-¿De qué va a tratar el primer capítulo de «De la cama al living»?

-La primera historia muestra el primer momento de intimidad de un hombre cuarentón separado (interpretado Martín Seefeld) y una mujer de treinta soltera (Mónica Ayos). Trata sobre la neurosis típica de los cuarentones que después de hacer el amor no quieren engancharse con ninguna mina. La segunda es un matrimonio (Osvaldo Laport y Viviana Sáez) que transita el final de su pareja, después de haberlo intentado todo. Hacia el final del programa se descubre que tuvieron un bebé que nació muerto, un hecho que al ser reconstruirlo los termina uniendo.

-¿Ya superó el tema de la denuncia de Juan Carlos Cernadas Lamadrid, que lo acusaba de copiar el contenido de su programa «Chinelas»?

-Esa historia es infundada. Le estoy haciendo un juicio civil por calumnias e injurias. Si yo tengo que copiarme de Cernadas Lamadrid mi vida profesional está sepultada porque si bien todos escribimos historias, el tema es cómo las escribimos y los for

matos de su programa y del mío no tienen nada que ver.

-¿Cómo sigue la ficción en el canal después del estreno del dominguero «Los de la Esquina»?

-En poco tiempo vamos a estrenar el unitario «Historias de terror», que va a salir a principios de agosto en tándem con «De la cama…».

-¿Qué otros proyectos prepara para la programación del 7?

-Estamos en la etapa de preproducción de un ciclo de teatro argentino. La idea es llevar distintos elencos a pueblos del interior del país, con la intención de ir nosotros hacia la gente. Estamos tratando de conseguir fondos privados porque no estamos en condiciones de hacerlo solos, ya que es un programa ambicioso a nivel económico que además va a contar el backstage de los actores en el pueblo y a mostrar, entre otras cosas, las fiestas que se producen cuando llegan los artistas.

– ¿De qué modo repercutió en la emisora el escándalo mediático por el tema de los salarios altos?

-Se dijeron cosas que no eran ciertas y tergiversaron las cifras para armar un escándalo. Al trabajar en el canal del Estado, los actores ganan el 20 por ciento de lo que podrían percibir en cualquier canal privado. Por ejemplo, Rodolfo Ranni acá gana 8 mil pesos, mientras que en otro canal cobraría de 30 a 40 mil pesos.

-¿Podría explicar cómo es el manejo presupuestario en Canal 7?

-Tenemos un presupuesto anual para pagar sueldos, pero como no alcanza, salimos a vender publicidad y así poder manejar nuestra programación. De ese modo, no nos estamos endeudando, sino que estamos tratando de autoabastecernos.