Blanquiceleste quebró y deja Racing
La empresa gerenciadora del club de Avellaneda fue decretada en quiebra por la justicia porteña y deja de existir. La entidad vuelve a ser una sociedad civil.
El gerenciamiento de la empresa Blanquiceleste S.A. en Racing Club llegó hoy a su fin al decretar la justicia su quiebra con lo cual el Organo Fiduciario y el nuevo interventor quedaron con las manos libres para la administración de la entidad.
Fue el juzgado en lo comercial número 20 de la Capital Federal el que dispuso la quiebra de Blanquiceleste a partir de pedidos de acreedores, tras lo cual el juez que entiende en la quiebra de Racing, Enrique Gorostegui, dispuso el cese del gerenciamiento a cargo de la firma que preside Fernando De Tomaso.
Es que una empresa quebrada no puede gerenciar un club quebrado, con lo cual Blanquiceleste dejó de existir.
Ahora Racing tiene como administrador de los bienes al Organo Fiduciario, integrado por Eduardo Gilberto, Eduardo Bugallo y Carlos Ves Lozada, en tanto que el interventor Héctor Garcia Cuerva, es quien tendrá que dedicarse a normalizar la institución para el llamado a las elecciones, que, el propio delegado estimó que sería para mediados del año próximo.
El fin de De Tomaso y Blanquiceleste en Racing se daba por descontado, máxime cuando el kirchnerismo, incluido el ex presidente Néstor Kirchner, le dio todo el aval a García Cuerva para ir sacando al gerenciador del club.
El interventor pidió la suspensión del gerenciamiento pero Blanquiceleste apeló. La demora en una decisión de la cuestión de fondo de Gorostegui levantó las quejas de García Cuerva, que inclusive advirtió al magistrado que había pedidos de jury en su contra.
Blanquiceleste se hizo cargo del gerenciamiento en 2000, con Fernando Marín al frente, cuando Racing entró en quiebra y tuvo una alborada favorable, ya que al año siguiente salió campeón con Reinaldo Merlo como entrenador, tras 35 años de frustraciones.
Fuente: DyN.
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