Busca hace siete años a su hijo y sueña con volver a abrazarlo

Juan Higuera Catalán desapareció en Bariloche el 6 de enero del 2012. Cada año, para Reyes, Teresa Catalán viaja desde Chile para recordarlo con campañas solidarias en barrios del Alto.

Cada inicio de año, Teresa Catalán prepara su valija para cruzar la Cordillera de los Andes. Tiene que estar cada 6 de enero en Bariloche. Por eso, alista los bolsos con los juguetes y golosinas, que reunió entre sus familiares, en el pueblo de Purranque, en Chile, y sube al colectivo con la esperanza renovada.

El viaje es como una procesión que la mujer lleva por dentro. Desde 2013, nunca faltó a la campaña solidaria de Reyes, que familiares y amigos organizan. Esta vez repartieron más de 600 juguetes y golosinas a niños de algunos barrios del Alto de esta ciudad. La zona más postergada de la cosmopolita Bariloche.

“Mientras Dios me dé fuerzas voy a seguir viniendo”, afirmó. Aquí vivió enormes alegrías y una de las tristezas más profundas: su hijo, Juan Higuera Catalán, desapareció el 6 de enero de 2012 y nunca más volvió a verlo. Ni pudo abrazarlo.

Pero Teresa no piensa aflojar a pesar de que su rostro está cansado. “Uno siente pena y alegría”, explicó Teresa al caer la noche el 6 de enero pasado. Afuera del departamento, donde la mujer se alojaba, llovía con intensidad. Había sido una jornada larga, fría y con mucho viento. Teresa tiene 86 años y su cuerpo siente el rigor del agotamiento. Pero más le duele el corazón. La mujer de rostro afable y pelo blanco por las canas recibió decenas de abrazos y saludos esa jornada.

“Todo esto se hace para no olvidarse de mi hijo Juan, de la fecha que se perdió y uno lo hace con tanto cariño”, explicó. “Ver esas caritas tan contentas, con un regalito es hermoso”, señaló.

“La gente me recibe siempre muy bien cada vez que vengo a Bariloche. Me saludan, me dicen que siga adelante, que Dios me dé fuerzas, que no caiga, que siga luchando”, contó. Sostuvo que esos mensajes son como una caricia para el alma. Ayudan a calmar el dolor de la ausencia.

Apoyo incondicional

Pero Teresa no está sola. Los brazos solidarios se multiplican desde diciembre hasta la fecha de Reyes. Y su nieta Yeny Higuera es la columna vertebral, que sostiene la campaña, junto a su madre, familiares y amigos, que viven en esta ciudad.

“Tienen un amor tan grande. No tengo cómo pagarles lo que hacen por mi hijo. Las quiero mucho. Mi nieta Yeny, la quiero muchísimo. Ella ha luchado tanto por encontrar a mi hijo, Juan”, recordó Teresa. “Estoy tan agradecida de mi nuera, Edi, de la familia Martínez, Figueroa, los chicos que hacen de Reyes Magos. De todos”, explicó.

Teresa comenzó la búsqueda de su hijo en enero de 2012. Nunca imaginó que la pelea se extendería tanto tiempo.

“Todo esto se hace para no olvidar a mi hijo Juan, de la fecha que se perdió. Uno lo hace con tanto cariño… Ver esas caritas tan contentas con un regalito es hermoso”

Teresa Catalán

“La gente me recibe siempre muy bien cada vez que vengo a Bariloche. Me saludan, me dicen que siga luchando, que no caiga…”.

Teresa Catalán

Teresa no está sola. Los brazos solidarios se multiplican desde diciembre hasta la fecha de Reyes. Y su nieta Yeny Higuera es la columna vertebral.

La solidaridad para calmar el dolor

Cuando se cumplió un año de la desaparición de Juan Higuera Catalán, sus familiares en Bariloche resolvieron organizar una campaña solidaria para el Día de Reyes. Eligieron esa forma para recordarlo. Pensaron que la sonrisa de un niño calmaría el dolor de la ausencia.

La primera campaña se hizo el 6 de enero de 2013 y continuó de manera consecutiva hasta ahora. La recolección de juguetes empieza en la previa de Navidad por redes sociales. Hay que organizarlos por edad y reparar aquellos que vienen con algún daño. Pero un amplio porcentaje son nuevos o en muy buen estado. Después hay que envolver cada uno de los juguetes y armar las bolsitas de golosinas. Los Reyes Magos son amigos o familiares, que colaboran con su tiempo.

Las donaciones son de amigos, familiares, personas que conocieron a Juan o vecinos del barrio Abedules y de otros sectores de la ciudad. No hay ninguna organización política detrás. Tampoco el municipio o la provincia. Todo es a pulmón.

marcelo martinez

Sonrisas. Los chicos con sus regalos, la mejor manera de tener presente a Juan.

Buscó a Juan por numerosos lugares de Bariloche. Junto a su familia y amigos recorrió senderos de montaña, arroyos. Removió piedras. Todo con la esperanza de hallar algún indicio. Viajaron a ciudades y pueblos cercanos y distantes. Fueron a cualquier lugar donde surgía un dato o un mensaje, que indicaba que su hijo estaba allí. Todos fueron datos erróneos y el regreso a casa era desolador.

En mayo de 2012 volcaron a unos 20 kilómetros de Comodoro Rivadavia. Había viajado hasta esa ciudad tras una pista. Teresa sufrió una grave lesión y la operaron de la columna. Apenas pudo recuperarse reanudó la búsqueda. Pero las secuelas quedaron en el cuerpo. “Veo nublado y eso me impide ahora hasta poder ayudar a envolver un juguete”, indicó.

“Me sigue sosteniendo mi Dios y todos los días le pido que me dé fuerza para seguir adelante”, comentó a “Río Negro”.

Contó que ve a su hijo en sueños. “Pero él no me da la cara; es como que no quiere que lo vea y tampoco me habla. Es como que me tiene miedo”, relató.

Cansada

Teresa ya no es la mujer de carácter fuerte que crió sola a sus ocho hijos, en Hueyusca, un paraje rural en la Región de los Lagos, Chile. Pasó el tiempo. Y la pena se transformó en una pesada carga.

Ya no es la matriarca que mantuvo unida a su familia durante años. Su voz se volvió débil y sus manos ya no son tan firmes. “Ahora me dijeron que por la edad no puedo andar sola”, contó.

No todos sus familiares tienen tiempo para viajar con ella a ver cómo sigue la investigación. Teresa vive en Purranque y su único ingreso es una pensión que cobra en Chile. Sus hijos colaboran con los pasajes y en Bariloche se queda en la casa de su hijo, Luis.

“He soñado que lo encuentro a mi hijo y que vuelve a la casa”, señaló. “Mi fe me dice que siga buscando. Yo lo espero con los brazos abiertos”, sostuvo.

“Le pido a Dios que no me quiero ir de este mundo sin saber de él. Quiero saber ¿qué le hicieron? ¿qué pasó con mi hijo? ¿por qué desapareció?”, enfatizó.

“Nunca me conversó sus problemas. Nunca me dijo; mamá estoy pasando esto”, relató la mujer.

“Sé que tiene que llegar la verdad”, afirmó. Todavía está convencida de que su hijo está vivo. “Si estoy equivocada, quiero saber ¿dónde está?”, señaló. “Tengo que seguir luchando”.

Pasaron 7 años y Teresa todavía espera por ese llamado que nunca llega. Con ese mensaje que le diga dónde está su hijo. Sueña con poder abrazarlo después de tanto tiempo.

“He soñado que lo encuentro a mi hijo y que vuelve a la casa”, señaló. “Mi fe me dice que siga buscando. Lo espero con los brazos abiertos”, agregó.

Bienvenidos. Los Reyes Magos en el Alto.

Datos

“Todo esto se hace para no olvidar a mi hijo Juan, de la fecha que se perdió. Uno lo hace con tanto cariño… Ver esas caritas tan contentas con un regalito es hermoso”
“La gente me recibe siempre muy bien cada vez que vengo a Bariloche. Me saludan, me dicen que siga luchando, que no caiga…”.
Teresa no está sola. Los brazos solidarios se multiplican desde diciembre hasta la fecha de Reyes. Y su nieta Yeny Higuera es la columna vertebral.
“He soñado que lo encuentro a mi hijo y que vuelve a la casa”, señaló. “Mi fe me dice que siga buscando. Lo espero con los brazos abiertos”, agregó.

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