Buscan minimizar el impacto de la interna en el gabinete económico

El subsecretario de Energía, Basualdo, seguirá en su cargo “un tiempo”, aunque Guzmán pidió su renuncia. Nación intenta quitar el escándalo del centro de la escena.

El Gobierno decidió poner “paños fríos” y quitar de la escena mediática la escalada del enfrentamiento interno en el gabinete económico, tras la decisión del secretario de Energía, Federico Basualdo, persona ligada al Instituto Patria y La Cámpora de “resistir en su cargo” pese al pedido de renuncia que le formuló el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Fuentes de Casa de Gobierno y del gabinete económico afirmaron en las últimas horas a Río Negro que “Basualdo continuará en su cargo por un tiempo más”, aunque podría seguir en el Ejecutivo Nacional con otro rol dentro de poco tiempo.


Ese sería el principio de acuerdo interno dentro del Gobierno, después que Basualdo decidiera no acatar el pedido del ministro Guzmán, quien le solicitó la renuncia por oponerse a la reestructuración de las tarifas energéticas que desarrolló Economía.


“Está claro que el tema tuvo una gran exposición mediática y eso hace que sea necesario bajar el nivel de polémica y resolver luego con más tranquilidad”, indicó otra de las fuentes consultadas.


Es evidente que el presidente Alberto Fernández respalda ampliamente a Guzmán y de hecho lo incluyó dentro de la comitiva que lo acompañará a su próximo viaje a Europa, ya que parten el 10 de mayo.


Sin embargo, los embates hacia el ministro Guzmán continuaron y en las últimas horas volvió a observarse fuego amigo.


Tal fue el caso del propio presidente del Banco Nación, Claudio Lozano, quien enfatizó que “Guzmán tiene que modificar la orientación general de su política”, al tiempo que Andrés Larroque, dirigente central de La Cámpora y actual ministro de Desarrollo de la provincia de Buenos Aires, afirmó que es indispensable la reimplementación del Ingreso Familiar de Emergencia, algo que Guzmán no avala porque tendría un fuerte impacto en el balance fiscal.

Tanto en Gobierno como en el gabinete económico admiten que en realidad, más allá de la disputa por las tarifas, “lo que está en discusión es el rumbo, la orientación y el manejo de la política económica”, recalcó la misma fuente.
De todas formas, es elocuente que la situación es sumamente incómoda no sólo para Guzmán sino para el propio presidente Alberto Fernández, que avalando al ministro no pudo desplazar a un funcionario de segundo rango como un subsecretario.


“El ala dura del oficialismo le bajó el pulgar a Guzmán. No les gusta el estilo de su gestión, su grado de compromiso, el hecho que en muchos casos se ha cortado sólo, y algunos aspectos de la orientación que le está dando a la política económica”, aseguró un funcionario gubernamental.

Dentro de este embrollo hay que considerar la figura cada vez más preponderante del gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien incluso no tuvo ninguna duda en tomar partido en esa interna al asegurar que “Basualdo es un excelente funcionario”.


De allí es que en el medio de la polémica comenzaron a surgir algunos nombres sobre un eventual reemplazo de Guzmán.

Según esas versiones, la principal candidata sería Paula Español, actual secretaria de Comercio Interior, integrante del círculo de confianza de Kicillof y quien tiene una gran llegada con el Instituto Patria y con el objetivo de una postura de neta injerencia del Estado en la economía y particularmente en la actividad privada.


Sin dudas que esta interna ya comenzó afectar al mercado, con una tendencia de mayor firmeza en la cotización del dólar, ubicándose el paralelo alrededor de 154 pesos, pero sobre todo con un nuevo aumento de la tasa de riesgo país, en torno a los 1.570 puntos básicos.


En el mercado aseguran que la situación de debilidad que tiene el ministro Guzmán genera aún más desconfianza sobre la evolución de la economía argentina.

De hecho, en la city porteña resaltan que Guzmán en realidad es el funcionario que busca cerrar pronto un acuerdo con el FMI y renegociar el convenio con el Club de París, pero que desde el ala dura del oficialismo no lo han dejado y por eso todo pasó para la última parte del año.


Este no es un tema menor, ya que en pocos días, el Gobierno deberá hacer frente a un vencimiento de 2.400 millones de dólares con el Club de París y como resulta imposible renegociar el mismo si no hay acuerdo con el FMI, lo más probable es que el Gobierno cancele ese compromiso con reservas monetarias.


Las reservas monetarias han tenido una mejora acotada en los últimos tres meses y ese ubican en 40.400 millones de dólares, pero las reales de libre disponibilidad no superaría los 4.000 millones de dólares.


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