Cadena de solidaridad para el kiosco saludable

El sábado fue todo alegría en el predio de la escuela primaria del barrio Anai Mapu ya que comenzó la construcción del edificio del kiosco saludable que tiene la institución. Hasta ahora funcionaba en un carrito pero era necesario un espacio específico donde se pudiera no sólo vender sino también procesar y conservar los alimentos que luego adquirirán los niños.

Una cadena de solidaridad permitió que la obra se pusiera en marcha. Una vez que la comunidad educativa eligió el lugar, al lado del edificio del proyecto Sol Mapu, un empresario local, Eduardo Siliquini, hizo el aporte de materiales y el equipo de Cáritas emprendió la construcción.

La directora de la primaria 294, Zunilda Roa y la vice, Silvia Coronado, se encargan de abrir y proteger la escuela. Aunque están contentas porque la construcción se realiza los sábados para evitar problemas con los niños también es cierto que deben resignar un día de descanso para la tarea.

Gustavo Panello es el responsable de Cáritas Cipolletti. Contó que desde la fundación Sol Patagonia, que lleva adelante el proyecto Sol Mapu en las instituciones escolares del barrio, le pidieron si podían colaborar con la construcción del kiosco.

“Hace cinco años nosotros tenemos una escuela de oficios y los alumnos hacen prácticas. Como nos gustó mucho el proyecto decidimos apoyarlo”, explicó.

El kiosco estará terminado dentro de un mes aproximadamente ya que la construcción se realiza sólo los sábados. Panello también relató que ellos se ocuparán de conseguir alguien que lo pinte para entregarlo completamente terminado. Reconoció la tarea del equipo directivo de la escuela por su predisposición a abrir el establecimiento los sábado que es cuando los alumnos de la escuela de oficios hacen las prácticas.

La estructura está realizada con construcción en seco, tiene 4,50 por 3,50 metros y contará con la instalación completa de agua, luz y gas. “La coordinación con otras instituciones de la ciudad es lo que busca Cáritas”, reconoció Panello.

En el proyecto Sol Mapu, que hace prevención y educación para la salud, participan unos 1.000 niños de uno a doce años de las instituciones educativas del sector. La fundación cuenta, en el mismo predio de la escuela primaria, con un edificio de 120 m², para que se desarrollen las actividades del proyecto.

La construcción se realiza los sábados, que es el día de que disponen los alumnos de la escuela de oficios de Cáritas para hacer sus prácticas.