CALF, ente deudas y reclamos millonarios, a la espera el nuevo contrato

La distribuidora eléctrica le debe a Cammesa más de $800 millones. Pero cuenta con millonarias acreencias que negocia con el Municipio y la Provincia. La firma del nuevo pliego, que llevará la concesión a 25 años, debe pasar por el Deliberante.

El contrato de concesión para el servicio eléctrico de la capital neuquina está acordado entre el Municipio y la cooperativa CALF. También el marco regulatorio que establece los estándares de calidad y las condiciones de la prestación. Sin embargo, los tiempos administrativos aún no están claros. Ambos proyectos deben pasar por el Concejo Deliberante para su debate y posterior aprobación. La tarea no parece sencilla porque la concesión, que tiene dos años vencida, se extenderá por 25 años, casi como un permiso petrolero.

Entre los principales puntos, el nuevo contrato cambia el cuadro tarifario que aplica hoy la distribuidora capitalina y que quedó obsoleto con el tiempo. Las facturas quedarán más equilibradas y mejorarán mucho más para quienes tengan mayores consumos. Otro ítem será el alumbrado público que dejará de ser porcentual.

Pero las urgencias de CALF no solo están puestas en el nuevo contrato de concesión. El presidente de la cooperativa, Carlos Ciapponi, inició una nueva cruzada por el valor de la energía que le cobra Cammesa a las distribuidoras. Como se publicó ayer solicitará la restitución del Mercado a Término y pedirá la Tarifa Comahue, que alguna vez se aplicó, y que significa un descuento del 15% para la energía consumida en la región.

Además de la baja recaudación por el efecto de la pandemia -apenas cubre un 30% de lo que debe pagar-, la distribuidora deberá enfrentar las deudas que arrastra. El año pasado dejó de pagar los diferenciales por los aumentos que aplicó Nación a la tarifa y acumuló unos 600 millones de pesos, sin contar multas e intereses. Para esa deuda había logrado un acuerdo que, con el paso de los meses, fue desconocido por la entidad nacional, según indicaron desde la cooperativa.

Ahora, por los atrasos en la pandemia, acumula deudas por más de 200 millones de pesos, también sin contar multas e intereses. Sin embargo desde la administración aseguran que están cubiertos porque tienen cruzado un reclamo, por ahora administrativo, contra el Municipio por más de 1.000 millones de pesos. Es por el daño provocado durante la anterior gestión municipal cuando no se actualizaron los aumentos que, paradójicamente, el titular de la cooperativa se negó públicamente a reconocerle a Nación.

También la Provincia tiene deudas con la cooperativa por el abastecimiento en todos los edificios de la administración pública. Para este caso, CALF podría acceder al toma de Letras que lanzó el gobierno a proveedores. La cifra atrasada sería de unos 500 millones de pesos.


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