Seguridad Pública
Enrique Omar Driussi, DNI 12.638.127
Neuquén
Como ciudadano de este país me siento consternado por el asesinato del chofer de colectivos en La Matanza, además del asalto a una pasajera que iba junto a su hija discapacitada. ¿Cómo puede ser que trabajadores del transporte público (incluido taxis y remises), sean asaltados y asesinados?
Pero también me indignan los desalmados que roban y lastiman a mujeres y ancianos, la gran cantidad de femicidios y las familias destruidas por la droga.
Entonces me pregunto ¿es necesario que la gente tenga que golpear a los responsables de las políticas de seguridad pública, para que se den cuenta que tienen que preocuparse por el bienestar de la sociedad, en lugar de sus ambiciones o conveniencias personales? ¿No se dan cuenta de que son servidores públicos y que las prioridades son la protección de las personas y sus bienes?
Ahora bien, dentro de las reformas gubernamentales en materia de seguridad -además de las leyes necesarias y criterio en su aplicación-, se debe resolver el problema de la infraestructura carcelaria para la reclusión y corrección.
Hoy vemos establecimientos penales con hacinamiento y corrupción, donde algunos delincuentes con celulares utilizan esos lugares como un “home office”.
Considero que todos los delincuentes procesados por narcotráfico, homicidios, femicidios, motochorros, etc. que han truncado proyectos de vida y han destruido familias deben ser apartados de la sociedad y obligados a trabajar de por vida para reponer el daño ocasionado.
Por ello, creo que debe reabrirse la cárcel de Ushuaia en Tierra del Fuego -obviamente reacondicionada- y construir otras en las tierras que Lázaro Báez adquirió a precio vil en Santa Cruz. De esta manera, la cultura de trabajo y el sacrificio, serán su forma de redención para con la sociedad.
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