«Chacho» sueña con cuatro gobernadores del Frepaso

Buenos Aires (ABA).- A escasas horas de la victoria final de Aníbal Ibarra en la ciudad de Buenos Aires, el jefe del socio menor de la Alianza, «Chacho» Alvarez, empezó a esbozar su proyecto a futuro para relanzar el Frepaso. «Ya estamos afianzados en Capital, ahora necesitamos crear una estructura en el interior», repite el vicepresidente ante sus colaboradores.

Una alta fuente delineó para «Río Negro» el ambicioso plan: «Chacho quiere que para el 2003 el Frepaso posea más de 40 diputados nacionales, cinco senadores y coloque a cuatro de los suyos en las candidaturas para las gobernaciones».

Oscar Massei, en Neuquén, y el intendente cipoleño Julio Arriaga, en Río Negro, son dos de los dirigentes que Alvarez quiere ver al frente de sus respectivas provincias en el 2003. Claro, por ahora se trata sólo de un deseo. Aún debe acordar con la UCR y hasta, tal vez, ganar internas. Pero lo cierto es que Arriaga y Massei están bien posicionados y serán dos de los hombres por los que apostará el arquitecto frepasista. Una muestra clara de tal apoyo la recibirá Arriga el próximo lunes, cuando lo más granado del Frepaso -Alvarez incluido- desembarque el Cipolletti para festejar su traspaso.

Lo acompañará Hermes Binner, otro de los que figura en la carpeta chachista. El intendente rosarino se lanzaría a la candidatura santafesina en la próxima elección. ¿Quién será el cuarto frepasista candidato a gobernador? Alvarez no se anima a afirmarlo, pero quizá esté pensando en sí mismo para suceder a Ruckauf en la provincia de Buenos Aires. «Está dudando, sabe que es una apuesta fuerte. Si Ruckauf estuviera en su segundo período no lo pensaría dos veces. Pero no es así, y si Ruckauf va por la reelección, Chacho cree que tendrá pocas posibilidades de vencerlo», explicó la fuente frepasista. Sin embargo, está la posibilidad de que el gobernador bonaerense vaya, más que por un nuevo período, por la candidatura presidencial.

En realidad, mientras esboza el futuro del Frepaso, el vicepresidente también tiene que trazar su propio porvenir. Con su cargo de Jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra se posiciona como la figura de recambio. Y Alvarez cree que la ciudad de Buenos Aires no necesita ya de su permanencia. Hace dos meses, Alberto Flamarique lanzó la idea de la mudanza de «Chacho» Alvarez a la provincia de Buenos Aires. Luego, ante las protestas radicales, la idea quedó en veremos. Eso sí: en el Frepaso niegan que Alvarez pretenda presentarse como candidato a senador por la provincia en el 2001: «él seguirá acompañando a De la Rúa hasta el final de este mandato. No tiene ningún sentido que vaya como senador; si se muda, es para la gobernación».

El propósito del jefe partidario es impulsar nuevamente a Graciela Fernández Meijide, para que sea ella la representante frepasista ante el Senado. La imagen de la ministra, reconocen a su alrededor, «está en baja, y será difícil rescatarla. Pero Chacho sabe que ella es la única con peso como para pelearle al aparato radical la senaduría», cuenta un legislador frepasista.

Por allí, por la Cámara alta, pasa lo más complicado del plan chachista. El Frepaso tiene un sólo senador, el porteño Pedro del Piero, y no cuenta con dirigentes del interior con perspectivas serias de ganarle la pulseada al radicalismo. La idea del vicepresidente es imponer senadores propios allí donde la Alianza tiene probabilidades altas de triunfar y, por lo tanto, el oficialismo colocaría dos senadores. «Puede ir uno radical y otro frepasista», le explicó al presidente. «De la Rúa le dio su apoyo. Es que el presidente está encantado con el Frepaso. Chacho le es absolutamente fiel y Flamarique se convirtió en su ministro más funcional. A De la Rúa le conviene gobernar con el Frepaso, para no tener los manos atadas por el aparato radical», señalan, esperanzados, en el Frepaso.