En Río Negro, la mayoría de los pingüinos varados son hembras
Es un hallazgo de un estudio realizado en Bahía de San Antonio. Por qué abre interrogantes sobre la migración y la alimentación de las aves marinas.
Un estudio realizado en el Área Natural Protegida Bahía de San Antonio, en la provincia de Río Negro, detectó que la mayoría de los pingüinos de Magallanes que sufrieron varamiento en la costa eran juveniles y, entre ellos, las hembras superaban ampliamente a los machos.
El trabajo fue desarrollado por los expertos Victoria Pizá y Patricio Pereyra, que forman parte del CIMAS/CONICET en San Antonio Oeste, Río Negro, y Juan Pablo Seco Pon, de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Fue publicado en la revista científica El Hornero, editada por la Asociación Aves Argentinas, una organización sin fines de lucro.
Aportaron datos inéditos sobre la proporción de sexos y las características físicas de estos animales en el extremo norte de la Patagonia argentina.
El relevamiento
Entre junio de 2020 y junio de 2022, el equipo de investigadores recorrió sistemáticamente dos playas del Área Natural Protegida Bahía de San Antonio, en el noroeste del Golfo San Matías, para registrar y analizar los pingüinos de Magallanes o patagónicos hallados muertos en la costa.
Contaron con el permiso de investigación de la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro. Al relevamiento se le sumaron los reportes de ciudadanos y guardafaunas, lo que permitió contabilizar un total de 288 ejemplares varados.
De los 51 pingüinos analizados en detalle, el 90% eran juveniles y solo una pequeña fracción correspondía a adultos. El dato más llamativo fue la desproporción entre sexos: por cada macho juvenil hallado, había casi cuatro hembras.
“La proporción de sexos fue significativamente asimétrica, equivalente a una relación de 3.75 hembras varadas por cada macho”, señalaron en el estudio.
Antecedentes
Esta tendencia coincide con registros previos de animales en la provincia de Buenos Aires y en el sur de Brasil, pero es la primera vez que se documenta en la costa rionegrina.
El análisis biométrico reveló que los machos juveniles presentaban alas y dedos medios más largos que las hembras, lo que sugiere diferencias físicas desde edades tempranas.
“Los individuos juveniles varados presentaron diferencias significativas en su biometría entre sexos, al menos en el largo de ala y el largo del dedo medio”, detallaron los investigadores.
La mayoría de los pingüinos no mostraba signos externos que permitieran identificar la causa de muerte.
Solo un pequeño porcentaje presentaba heridas atribuibles a actividades humanas, como la pesca, o a depredadores. Ninguno de los ejemplares analizados tenía rastros de contaminación por hidrocarburos.
Dónde habita la especie
El pingüino de Magallanes es una especie emblemática de las costas de Argentina y Chile, con una población estimada en casi un millón de parejas reproductivas en el país. Río Negro y Chubut concentran el 70% de estos animales.
Aunque la especie es residente en la zona de estudio, la mayoría de los varamientos ocurre fuera de la temporada reproductiva, cuando los juveniles migran en busca de alimento siguiendo a la anchoíta, su presa principal.
Se sabe que en la etapa post-reproductiva, los pingüinos migran hacia el norte del Atlántico sudoccidental para seguir los movimientos de ese pez. Esto puede influir en las rutas migratorias y, por ende, en la aparición de varamientos.
En el caso del pingüino de Magallanes, los juveniles parecen ser especialmente vulnerables. “Esto podría deberse a la falta de experiencia de esta clase etaria en actividades como la búsqueda y captura de alimento, los cuales los vuelven más vulnerables a potenciales amenazas tanto de origen antrópico como natural”, explicaron los autores.
El hecho de que sean más hembras varadas podría estar relacionado con diferencias en los patrones migratorios y de alimentación.
Estudios recientes sugieren que las hembras tienden a desplazarse hacia aguas menos profundas y costeras, donde estarían más expuestas a peligros como la pesca y la contaminación.
Además, su menor tamaño corporal podría dificultarles la supervivencia en condiciones adversas.
Implicancias
El trabajo de Pizá, Pereyra y Seco Pon subrayó la importancia de monitorear sistemáticamente los varamientos de aves marinas y de registrar datos detallados sobre edad, sexo y características físicas.
“Nuestros resultados se encuentran en línea con reportes previos para la especie en las costas de la provincia de Buenos Aires en Argentina y del centro-sur de Brasil. Este estudio permite una primera caracterización de la ocurrencia de varamientos de Pingüinos de Magallanes para el área de estudio”, afirmaron los investigadores.
Qué recomiendan
La información obtenida puede servir como base para diseñar estrategias de manejo y conservación en la región.
Los científicos admitieron que el número de ejemplares analizados fue limitado y que sería necesario ampliar el monitoreo a lo largo del tiempo y en otras áreas para confirmar si el sesgo hacia hembras se mantiene.
Propusieron incorporar la colaboración de voluntarios y el uso de nuevas tecnologías para mejorar la recolección de datos.
Además, sugirieron que se investigue más la relación entre los varamientos y factores ambientales, como la disponibilidad de alimento y las condiciones oceanográficas, para comprender mejor las causas detrás de la mortalidad de estos pingüinos en la costa patagónica.
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