La ciencia detrás del cóndor andino: un paso para prevenir su extinción
Investigadores de Argentina elaboraron un mapa que señala que la Patagonia argentina y chilena es un área clave para la conservación del ave emblemática
Un equipo de investigadores desarrolló un mapa que identifica las áreas más adecuadas para la conservación del cóndor andino, especialmente en la región de Patagonia de Argentina y Chile.
El trabajo ofrece un mapa detallado de los sitios prioritarios para monitorear y proteger a la especie en peligro de extinción.
El cóndor pertenece al grupo de los buitres del Nuevo Mundo. Posee una envergadura de hasta 3,3 metros y puede pesar entre 8 y 15 kilogramos.
Sus poblaciones aprovechan las corrientes de aire y las montañas para planear durante largos tramos, lo que les permite cubrir distancias de hasta 350 kilómetros al día. Manejan grandes áreas de distribución, de hasta 200.000 kilómetros cuadrados, lo que implica que frecuentemente cruzan fronteras en busca de alimento y lugares de descanso o reproducción.
Sin embargo, la especie enfrenta diversas amenazas de origen humano. Una de ellas es el uso indiscriminado de plaguicidas y la ingesta de restos de fauna que tenían balas de plomo. Esa situación genera altos niveles tóxicos en los cóndores y afecta su supervivencia.
Otra amenaza son las colisiones con torres de comunicación, líneas eléctricas, y aerogeneradores. De acuerdo con los autores del estudio, que pertenecen a la Fundación Bioandina Argentina, el Instituto de Ecorregiones Andinas del Conicet, la Universidad Nacional de Jujuy, la Universidad Nacional de San Juan, el Ecoparque de Buenos Aires, y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires, entre otras instituciones, los parques eólicos en expansión representan un problema crítico, ya que las turbinas suelen ubicarse en rutas de vuelo de los cóndores.
También la sobreexplotación del terreno para ganado y otros usos agrícolas impactan los recursos disponibles para el cóndor. En algunas ocasiones se han generado conflictos con productores que recurren a la caza o al envenenamiento de las aves.

El futuro del cóndor
El cóndor andino había desaparecido de ciertos sectores históricos de su rango, pero programas de reintroducción han permitido reestablecer poblaciones en regiones clave. En la meseta de Somuncurá, a lo largo de dos décadas, 69 cóndores fueron reintroducidos y se consiguió reestablecer conexiones ecológicas entre la cordillera andina y la costa atlántica.
Los autores del estudio, que fue publicado en línea en la revista Journal for Nature Conservation con la científica Rayen Estrada Pacheco como primera autora, sostuvieron que se requiere un enfoque integral que combine ciencia, colaboración internacional y participación local para cuidar mejor a las poblaciones del cóndor.
Además, consideraron que se necesita adoptar medidas específicas para evitar impactos negativos en las áreas de vuelo y hábitat del cóndor.
«Es crucial considerar las áreas de vuelo de la especie al planificar proyectos como el desarrollo de parques eólicos de gran escala, que plantean un riesgo de colisión para la fauna voladora», escribieron. Ambas acciones buscan no solo conservar la especie, sino también prevenir futuras amenazas relacionadas con actividades humanas y cambios en el uso del suelo.
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