Cipolletti: tan dormidos, nunca más

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Tres veces se equivocó Cipolletti y tres veces lo pagó con goles de Juventud Unido Universitaria. Y todo en los primeros diecinueve minutos. La derrota 3-0 en San Luis, el sábado pasado, por la tercera fecha del Tetradecagonal. ¿Puede un equipo con aspiraciones de ascenso a la B Nacional entrar desconectado? Puede, le pasó a Cipolletti. Lo que no puede es repetirse si el Albinegro pretende dejar de una buena vez el Federal A. ¿Qué le pasó a Cipolletti en San Luis? Lo dice el propio entrenador: “Entramos dormidos y ellos acertaron con tres pelotazos, porque fue así. Incluso el gol que nos hacen desde un lateral, esa pelota había llegado de un pelotazo del fondo de Juventud”, se lamentó aún Ricardo Pancaldo. De todos modos, todo ocurrió temprano en el partido, con mucho por jugar. Sin embargo, “no tuvimos reacción”, aceptó el DT, quien advirtió: “Tenemos que saber que este torneo no te pueden hacer tres goles, y a nosotros nos pasó”. Pancaldo también reconoció como causal de la derrota “el bajo nivel de las individualidades”, sobre todo las más influyentes en la creación del juego. Por eso, “nos está costando mucho la gestación”, aseguró el DT albinegro. Para el próximo partido, ante Mitre de Santiago del Estero, en La Visera, por la cuarta fecha, Pancaldo planea cambios tácticos y de nombres. Es un hecho que volverá Oscar Negri a la titularidad, ya recuperado de su lesión ósea en un brazo y con minutos saliendo desde el banco. ¿Qué pasará con Lucas Mellado, quien fue reemplazado en el entretiempo en San Luis a partir de la amplia desventaja inicial? ¿Mantendrá Cipolletti el doble cinco o la modificación táctica pasará por un dibujo con más hombres ofensivos? Todo eso comenzará a develarse en la mente de Pancaldo a partir de hoy, cuando comiencen los ensayos tácticos. La derrota en San Luis hizo retroceder a Cipolletti, que había arrancado la jornada como líder, al séptimo lugar con 4 unidades, pero a sólo tres del único puntero Juventud Unida. Todo parece ser tan parejo como lo fue la primera fase para Cipolletti, que sabe bien que nada está resuelto de antemano, pero bien sabe también que no podrá volver a darse semejante lujo de salir dormido al campo de juego.