La cotización en el mercado político

La Junta de Gobierno del Movimiento Popular Neuquino eliminó el misterio con el que rodea, con cierta picardía ingenua, el gobernador Omar Gutiérrez las decisiones políticas. Fijó la fecha de las elecciones internas para el 25 de noviembre por lo que, en un mes, quienes se atrevan a disputarle el poder deberán ponerse en campaña.

Hay un claro destinatario de este cronograma acortado. Cuando el vicegobernador Rolando Figueroa recibió el mensaje de texto con la novedad, el mate amargo que tomaba le produjo una acidez fuera de lo común. Tal vez abrigaba esperanzas de que se pusiera la fecha en febrero, lo que le daba un poco más de tiempo para darse un baño relajante en la laguna del Chancho y tomar una decisión desde el reposo y no del estrés.

Es que, por acción de la “mano invisible” –es un concepto que creó Adam Smith sobre la capacidad autorreguladora del mercado– se llegó a esta circunstancia después de dos movimientos. El primero fue el acuerdo al que arribó el senador y sindicalista petrolero Guillermo Pereyra con Jorge Sapag para evitar la interna de autoridades y el segundo fue la candidatura de Jorge Sobisch por la Democracia Cristiana. Despejadas las incógnitas, había que acelerar los tiempos antes de que las circunstancias sean las que obliguen a apurarse, como dijo Sapag alguna vez, palabras más o menos.

Sobisch decidió dar el sí a Juan Brügge y Daniel Baum porque barruntó que gritar desde el llano sin sacar los pies del plato no lo llevaba a nada. Está contrariado con Sapag porque nunca le permitió incluir el sistema de distribución proporcional en las listas de diputados. En la última interna sacó el 40% de los votos, unos 48.000 sufragios, y no tiene un sólo legislador. En cambio hay partidos que fueron como colectoras y con unos 15.000 votos tienen dos bancas que las valorizan cuando deben desbalancear las votaciones (a favor del MPN).

“Es una trampa ir a las internas porque es difícil ganarle al que está en el poder”, se sinceró Gastón Sobisch y dejó la puerta abierta para pensar que Rolando Figueroa iba a hacer lo mismo.

El mercado de la política en la provincia tiene manos invisibles. Osvaldo Meloni hizo un estudio académico en la Universidad Nacional de Tucumán titulado “¿Es negocio ser austero?”. Analizó 84 elecciones en una década en 21 provincias y concluyó que es un mito que el incremento del gasto público tenga relación directa con el aumento en los votos para ganar la gobernación. Es más, demuestra que hay una penalización a la suba del gasto en tiempos electorales.

Explica dos aspectos. La corta vida del período democrático y las regulaciones del mercado político. En éstas incluye los anales de comercialización del producto político basados en comités, punteros y clientelismos.

En el mercado político también hay participación de otras expresiones por fuera del MPN que, para ser fieles a la historia, se especializan en atomizarse sin que haya diferencias sustanciales en los proyectos políticos vinculados a la principal fuente de ingresos que tiene la Provincia y tampoco en cómo distribuirla. “Es la mano invisible pero acá es divide y reinarás”. La frase es de un agudo observador de la política provincial.

Cambiemos en principio se puede decir que no integra esas lides, aunque para ser francos “donde hay dos radicales seguro hay internas”, según razonó un dirigente del partido de Yrigoyen.

La definición del nombre que llevará el mapita de Neuquén es la clave.

Antes de la pronunciada devaluación primaveral, el gasto total que tenía acusado el gobierno de Omar Gutiérrez era de 74.000 millones de pesos –a junio de este año– con una fuerte impronta de las regalías e impuestos dolarizados, con precio de incentivo para el gas y el impacto en la recaudación. De hecho no usó plata prestada para sostener la estructura. Quienes pujan en el mercado político huelen la circunstancia y utilizarán los canales de comercialización para presionar.

La mano invisible que mueve el esquema político en la provincia eliminó variables que podían poner en riesgo la gobernación y apuró los plazos internos.

La puja por los ingresos altos por la devaluación podía escribir un capítulo donde la especulación será una de las herramientas para usar sin culpas.

Panorama de Neuquén

Datos

La mano invisible que mueve el esquema político en la provincia eliminó variables que podían poner en riesgo la gobernación y apuró los plazos internos.
La puja por los ingresos altos por la devaluación podía escribir un capítulo donde la especulación será una de las herramientas para usar sin culpas.

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