Los cambios empiezan por casa

Datos

No me vestí de negro, no paré, no salí a marchar.
Trabajé como todos los días y al llegar a casa hablé con mi hijo. Sobre los valores, sobre la no violencia, sobre el respeto, sobre los derechos.
Porque podemos marchar infinidad de días, pero mientras la sociedad siga educando a sus hijas como “princesas que buscan a su príncipe azul” y a sus hijos como “machos que buscan donde ponerla” siempre habrá una menos.
Vivas y vivos nos queremos. Los cambios empiezan por casa.

Adherido a los criterios de
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Adherido a los criterios de <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios