Cómo son los planes de parto que buscan alejar las prácticas abusivas

La elaboración de un plan de parto pone en el centro las necesidades y deseos de la embarazada. El acompañamiento médico es para mejorar la seguridad del nacimiento y no para intervenciones que violenten a la mujer, aseguran en la maternidad del Heller.

“Parir es poder”, dice uno de los carteles que está pegado en las salas de preparto del hospital Heller, la maternidad pública con un promedio de cien nacimientos mensuales. Ese poder significa, entre otros aspectos, poder decidir. En este caso el equipo de profesionales que acompaña a las mujeres las alienta a elaborar su plan de parto: una hoja de ruta en la que detallan sus preferencias, necesidades, deseos y expectativas en este proceso.

“Desde que el parto se trajo a la institución, que bienvenido sea porque mejoramos muchos índices de salud, se nos fue la mano. ¿Por qué al hospital quien viene? El que está enfermo, al que tienen que tratar. La Organización Mundial de la Salud dice que el embarazo no es una enfermedad. En eso de traer el parto a la institución metimos a todas en la misma bolsa, y se intervino a todas. Eso es lo que vamos viendo en este último tiempo: no todas necesitan una cesárea, un goteo, no todo el mundo necesita romper la bolsa. Los equipos de salud deben trabajar de manera respetuosa. Entonces la mujer no se siente expulsada de una institución, al contrario, se sienta contenida, explicándole para que pueda decidir: yo quiero estar con mi novio, con mi hermana, con mi mamá”, aseguró Elizabeth Puentes, jefa del centro obstétrico del hospital.

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Esta es la semana mundial del parto respetado cuyo lema es: “menos intervenciones, más cuidados”. En nuestro país la ley 25.929 establece los derechos que tienen las mujeres a una intervención no invasiva. Además la ley 26.485 enumera entre las modalidades de violencia machista, la obstétrica: que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres.

Para Puentes el parto respetado interpela a los equipos de salud: “es un llamado a la reflexión de la institución, a que revea las conductas.” De esta manera se evitan situaciones de maltrato. “Por ejemplo no llamarte por tu nombre, no mirarte a los ojos, si me estas preguntando no contestarte, no pedir permiso si voy a revisarte, es tu cuerpo, voy a invadirte”, precisó.

Sostuvo que en el Heller: “hace ya un buen tiempo que dejamos la episiotomía (incisión en la zona del periné), la anestesia local previo al momento en que el bebé va a desprender su cabecita. Antes se rasuraba a todas, se demostró que no es necesario.”

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Agregó que las mujeres llegan más informadas y que plantean que tienen su plan de parto (ver aparte). “Es cuando yo escribo, decido y firmó mis preferencias. Para nosotros es buenísimo que vos nos digas como te gustaría que sea todo, nosotros te contamos cuál es nuestro plan de parto. Hemos estado trabajando y todavía no lo presentamos oficialmente, pero la mayoría de quienes se internan acá saben que no hacemos una cesárea porque si nomás, no hacemos una inducción si no hay una real indicación”, afirmó Puentes.

Así relató los primeros minutos después de un parto en el hospital: “nace el bebé y automáticamente va sobre el abdomen de la mamá. Algunas los pueden prender al pecho si quieren. Es piel con piel. Se levanta el camisolín, queda el bebé sintiendo la piel de su mamá, es el primer contacto en sala de partos. Es la primera mirada, el primer beso, la primera caricia y ahí habitualmente está el acompañante de esa mamá, quien ella elige. Es muy emotivo ese momento, muy emocionante, ese encuentro, ese reconocimiento.”

La mujer tiene mucho que opinar en la espera y en la llegada de un hijo señala la OMS en la Semana Mundial del Parto Respetado.

El bienestar de madre e hijo es el eje de la campaña.

¿Qué es un

plan de parto?

El plan de parto o de nacimiento es una manifestación de voluntad escrita en la que las mujeres detallan que intervenciones aceptarán y cuáles no durante el preparto, parto y postparto.

Se presenta ante el equipo de salud que estará a cargo de acompañarla

Entre los aspectos que incluye el plan figuran, por ejemplo, las preferencias relacionadas con los procedimientos (desde poder escuchar música hasta ser informada si se le suministra algún fármaco), el tratamiento y manejo del dolor (advertir si desea colocarse epidural), la atención del recién nacido y de su alimentación (contacto piel a piel, lactancia), entre otros.

En números

El embarazo y el parto no son una enfermedad. Se trata de un evento social en el que debemos acompañar, contener, informar y asistir a esa mujer y su familia. Darles el protagonismo que se merecen”,

dijo Elizabeth Puentes, jefa del centro obstétrico del hospital Heller.

Datos

1.146
nacimientos se produjeron en el hospital Heller durante 2017.
28%
fueron por cesárea. La recomendación es que no supere el 15%. En Neuquén, en el sector público, el porcentaje de cesáreas es inferior en comparación con el privado.
66
mujeres lograron un parto vaginal después de haber tenido una cesárea anterior, en 2017, en el hospital del oeste.
3
salas de parto y 3 habitaciones de preparto tiene actualmente el Heller. En total hay 14 tocoginecólogos y 8 licenciadas en obstetricia.

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