Cómo unir tendencias ante la sucesión

Escenarios

Varios analistas consideran que el delfín designado por Chávez, el canciller Nicolás Maduro podría enfrentar varios retos para tratar de mantener unido al movimiento chavista, que incluye grupos de izquierda radicales y moderados, así como facciones militares. Designado como el sucesor político de Chávez el fin de semana pasado, Maduro es considerado como un miembro del ala de izquierda radical del chavismo, que tiene una estrecha alianza con el gobierno comunista cubano. Diosdado Cabello, exmilitar que acompañó a Chávez en el fallido golpe de 1992 y presidente de la Asamblea Nacional, considerado una figura poderosa dentro del chavismo, compartió el escenario con Maduro luego de acompañar al mandatario a Cuba para su operación. Cabello también dio discurso al final de una misa que se ofició una base militar en el que llamó a la fuerza armada a mantenerse unidas “o la anarquía nos devorará’’. “O nos unimos o nos hundimos. Dependerá de nosotros lo que ocurra. Evitemos que lo que se ha venido avanzando en estos 14 años, no retroceda ni un milímetro’’, dijo el presidente de la Asamblea Nacional. “Ellos (la oposición) creen que nos van a dividir. Eso no sucederá’’. Otro tema es la jura presidencial. El ministro Villegas también había expresado el miércoles su esperanza de que el presidente Chávez pudiera regresar a Venezuela antes del 10 de enero y asumir un nuevo mandato de seis años. La Constitución dice que los presidentes deben prestar juramento ante la Asamblea Nacional, y si eso no es posible, ante el Tribunal Supremo. Román Duque Correa, un exmagistrado de ese Tribunal, dijo que un presidente no puede delegar la toma de posesión a otra persona. El presidente podría ser juramentado aunque esté temporalmente incapacitado, pero tendría que estar consciente y en territorio venezolano, agregó Duque. Si un presidente electo es declarado como incapacitado por los legisladores y no es capaz de prestar el juramento, el presidente de la Asamblea Nacional se hará cargo del gobierno de manera temporal y tendrá que convocar a una nueva elección presidencial que se celebrará dentro de los 30 días.